La B12 es una vitamina especial por varias razones. En primer lugar es necesaria en cantidades pequeñísimas ya que 10 microgramos (mllonésimas de gramo) proporcionan toda la que necesita una persona adulta.
Sin embargo hay varios escenarios clínicos en que se manifiesta una carencia de ella y se producen trastornos importantes, sobre todo en relación con la producción de los glóbulos rojos que resultan de gran tamaño (anemia megaloblástica).
Los síntomas de la deficiencia no se manifiestan inmediatamente sino que tardan al menos cinco años para desarrollarse en los adultos, aunque en los niños que tienen deficiencia desde el nacimiento, como algunos de comunidades veganas, se experimentan problemas ya durante el primer año de vida.
La vitamina B12 es la única que no la proporciona una dieta de origen exclusivamente vegetal aunque se consuman abundantes frutas y verduras, junto con exposición al sol y la debemos recibirla de fuentes animales en la alimentación o de parte de algunas bacterias que viven en nuestro intestino.
En el caso de los animales herbívoros rumiantes como el ganado vacuno u ovino, la vitamina es producida por las bacterias de su propio aparato digestivo y en alguna cantidad se puede encontrar en la tierra y los pastos que estos animales comen. Esto hace han que algunos veganos piensen que no necesitan la B12 adicional a la dieta. Otros han propuesto ciertos alimentos, como la espirulina, la nori, el tempeh o la hierba de cebada, como fuentes adecuadas no animales de B12. Tales afirmaciones no tienen sustento científico.
Las recomendaciones de ingestión de B12 varían significativamente de un país a otro En EE.UU. es de 2.4 mcg por día para los adultos normales, elevándose hasta 2.8 mcgs para las madres embarazadas o lactantes; en Alemania es de 3 mcgs al día y todas están basadas en un 50% de absorción, pues esto es habitual para los llamados elementos traza que se requieren en pequeñas cantidades por lo que se espera una absorción de 1.5 mcgs por día como media.
Los signos iniciales de insuficiente consumo de B12 son la elevación de los niveles de homocisteína y MMA, y el ligero aumento de homocisteína está asociado con un riesgo aumentado de algunos problemas de salud como las enfermedades cardíacas en los adultos, la preeclampsia durante el embarazo y los defectos del tubo neural (espina bífida) en los bebés nacidos de madres con deficiencia.
Para las personas que consumen carne, al menos en unos 50 gramos al día, es casi imposible encontrar deficiencia de vitamina B-12 a menos que se tenga un factor negativo de absorción como es el caso de las personas operadas del estómago ya que la absorción de la vitamina depende del llamado FACTOR INTRÍNSICO. Este es una proteína que le ayuda a los intestinos a absorber la vitamina B12 y lo producen células en el revestimiento del estómago. En estos casos es necesario suministrar la vitamina por vía inyectada lo cual puede hacerse cada 6 meses ya que la vitamina se deposita en varias partes del cuerpo. Igualmente ocurre para las personas que han sido sometidas a cirugía bariátrica.
Algunas personas, aún no operadas, no producen suficiente factor intrínseco o tienen una enfermedad que lo destruye y este es el caso de la llamada ANEMIA PERNICIOSA.
La homocisteína, cuyo nombre IUPAC es 2-amino-4-sulfamil butanoico, es un compuesto químico con la fórmula semidesarrollada HS-CH2-CH2-CH(NH2-COOH).
Se trata de un aminoácido azufrado importante en el metabolismo celular, y ha sido considerado factor influyente en el desarrollo de enfermedades ardiovasculares y cerebrovasculares.
Recientes estudios se han enfocado en el análisis a la relación existente entre la homocisteina aumentada y el daño a células neviosas en procesos como el estrés oxidativo así como el incremento en la toxicidad de la proteína β-amiloide en el Alzheimer, entre otros.
La homocisteína se sintetiza como producto intermedio del metabolismo de la metionina por acción de la enzima metionina adenosil transferasa (MAT).
Los niveles altos de homocisteína en la sangre pueden dañar el recubrimiento de las arterias. Además, es posible que hagan que la sangre coagule con más facilidad. Esto puede aumentar el riesgo de que se obstruyan los vasos sanguíneos por un coágulo que se conoce como trombo, el cual puede desplazarse a través del torrente sanguíneo y quedar atascado en los pulmones (que se llama embolia pulmonar), en el cerebro (lo que puede provocar un accidente cerebrovascular) o en el corazón (lo que puede provocar un ataque cardíaco). Las personas que tienen niveles muy altos de homocisteína tienen un mayor riesgo de
tener enfermedad de las arterias coronarias. |
Alcanzar una ingestión adecuada de B12 es fácil y existen diversos métodos para ajustarse a las preferencias individuales. La absorción de B12 varía desde un 50%, si se consume 1 mcg o menos, hasta un 0.5% para dosis de 1000 mcgs (1 mg) o superiores. Por consiguiente, cuanto menor sea la frecuencia de consumo de B12, mayor ha de ser la cantidad total para proporcionar la cantidad absorbida que se desea.
Tomar un suplemento de B12 que contenga 10 mcgs o más al día proporciona una cantidad absorbida similar a consumir 1 mcg tres veces a lo largo del día. Este puede ser el método más económico puesto que una única pastilla concentrada puede ser consumida a trozos, poco a poco y 2000 mcgs de B12 consumidos una vez por semana también proporcionarían una ingestión adecuada. Cualquier suplemento de B12 en pastilla debe ser masticado o dejar que se disuelva en la boca para mejorar su absorción. Las tabletas deben ser conservadas en un contenedor opaco.
La asociación de vitamina B12 con B1 y B6 se utiliza como medicamento para mejorar el sistema nervioso y eliminar dolores neuríticos como los de espalda o neuritis del trigémino con bastante éxito. En ese caso se debe dar inyectada porque por vía oral la absorción no puede garantizarse.
Deficiencia de B12
La deficiencia provoca anemia y deterioro del sistema nervioso. La mayoría de las personas, inclusive los llamados veganos, consumen suficiente B12 para evitar la deficiencia clínica. Dos grupos de veganos se exponen a un particular riesgo de deficiencia de B12: Los veganos que eviten el uso habitual de alimentos enriquecidos (tales como los veganos crudívoros o los veganos macrobióticos) y los bebés amamantados por madres veganas cuya propia ingestión de B12 sea baja y en éstos se puede manifestar la deficiencia en menor tiempo.
En los adultos, los síntomas de deficiencia son
- pérdida de energía,
- hormigueos,
- entumecimiento,
- sensibilidad reducida al dolor o a la presión,
- vista nublada,
- una forma de andar anormal,
- lengua irritada,
- mala memoria,
- confusión,
- alucinaciones y
- cambios en la personalidad.
Los bebés muestran típicamente una aparición de los síntomas más rápida que los adultos. La deficiencia puede conducir a una pérdida de energía y apetito y a irregularidades en el crecimiento. Si no se corrige pronto puede evolucionar hasta el coma o la muerte. Una vez más, no existe ningún patrón de síntomas completamente uniforme. Los bebés son más vulnerables al deterioro permanente que los adultos. Algunos consiguen una recuperación completa, pero otros muestran retrasos en el desarrollo.
La mayoría de las personas con deficiencia de B12 o veganos, aún cuando sus niveles sanguineos sean adecuados O sea que no tienen deficiencia clínica (deficiencia sub-clínica) muestran una actividad limitada de los enzimas relacionados con la vitamina, provocando niveles elevados de homocisteína y hay pruebas científicas de que ese nivel aumentado incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas e infarto y de complicaciones en el embarazo.
Los niveles de homocisteína se ven también afectados por otros nutrientes, principalmente el ácido fólico y por eso se recomienda mezclar el suplemento de B12 con Folato en dosis de 1 miligramo por día. La medición del nivel de B12 en sangre no constituye un test fiable, especialmente para los veganos que consumen algas de cualquier tipo ya que algunos alimentos vegetales contienen análogos de B12 (falsa B12) que pueden suplantar a la verdadera B12 en los análisis de sangre mientras realmente interfieren el metabolismo de B12.
El método más adecuado es el análisis de homocisteína en sangre siendo deseables unos niveles inferiores a 10 mmol/litro. El test más específico para determinar el estado de B12 consiste en analizar el ácido metilmalónico (MMA).
Si se encuentra en valores normales en la sangre (<370 nmol/L) o en la orina (menos de 4 ug/mg de creatinina) entonces el organismo posee suficiente B12. Muchos médicos todavía confían en los niveles de B12 en sangre y en los recuentos sanguíneos. Estas pruebas no son adecuadas, especialmente en los vegetarianos.
Para ser verdaderamente saludable, una dieta debe ser la mejor no sólo para los individuos por separado sino que debe permitir a los miles de millones de personas prosperar y alcanzar una coexistencia sostenible con el resto de especies que integran el «planeta viviente”. Desde este punto de vista, la adaptación natural para la mayoría (posiblemente todos) de los humanos en el mundo contemporáneo es una dieta compuesta principalmente por vegetales con una pequeña porción de alimentos de origen animal (recordemos que el ser humano es fundamentalmente un omnívoro).
El Instituto de Medicina, al establecer las cantidades recomendadas de B12 para los EE.UU. lo afirman claramente. «Puesto que entre un 10 y un 30 % de los ancianos pueden ser incapaces de absorber la vitamina B12 presente por naturaleza, es recomendable para los mayores de 50 años que cubran su cantidad diaria recomendada principalmente mediante el consumo de alimentos enriquecidos con vitamina B12 o algún suplemento que contenga B12”.
Los veganos deben aplicar este consejo desde el nacimiento. La B12 jamás ha de representar ningún problema para los veganos bien informados.