SISTEMA ENDOCRINO (el maravilloso mundo de las hormonas)
HORMONA
Una hormona es una substancia producida en una parte del organismo y que la sangre lleva a otra región, donde estimula uno o varios tejidos y, por tanto, aumenta su actividad. La palabra hormona proviene del griego «hormon» que significa excitar o alterar.
Las hormonas son producidas por el sistema endocrino repartido por todo el organismo y no solamente en las llamadas glándula endocrinas ya que tejidos como el adiposo, los músculos y la pared del tubo digestivo, producen hormonas que regulan el funcionamiento de sí mismos o de otros órganos.
El sistema está constituido por un conjunto de órganos y tejidos del organismo que liberan uno o varios tipos de hormonas. El nombre proviene del hecho que la secreción de sus productos es interna por eso se les llama también «órganos o glándulas de secreción interna» o endocrinas, debido a que sus secreciones se liberan directamente en el torrente sanguíneo, mientras que las glándulas exocrinas liberan sus secreciones sobre la superficie interna o externa de los tejidos cutáneos, la mucosa del estómago o el revestimiento de los conductos pancreáticos a través de conductos que las llevan desde los acini o sea los acúmulos de células capaces de producirlas.
Las hormonas regulan todas las funciones del cuerpo humano, desde el crecimiento y desarrollo a las funciones de muchos tejidos y coordinan los procesos metabólicos del organismo. La endocrinología es la ciencia que estudia las glándulas endocrinas, las sustancias hormonales que producen estas glándulas, sus efectos fisiológicos, así como las enfermedades y trastornos debidos a alteraciones de su función.
Los tejidos que producen hormonas se pueden clasificar en tres grupos: glándulas endocrinas propiamente dichas, cuya función exclusiva es la producción de hormonas; glándulas endo-exocrinas, que producen también otro tipo de secreciones además de hormonas; y tejidos no glandulares, como el tejido nervioso autónomo, que produce sustancias con funciones similares a las hormonas.
La historia de la endocrinología no data de más de 150 años y realmente ha sido en los últimos cien que se han desarrollado casi todos los conceptos que conocemos hoy en día.
La primera glándula que llamó la atención por su funcionamiento y frecuencia de sus enfermedades fue la tiroides descrita inicialmente por Galeno en disección de animales; sin embargo, hubo de transcurrir hasta el Renacimiento, en la Escuela de Padua (año 1490), para que los anatomistas de la época, ayudados por Leonardo da Vinci, y luego de haber obtenido permiso para la disección de una treintena de cadáveres a través de una bula del Papa Julio II; realizaran diagramas y dibujos que son considerados como la primera representación anatómica del tiroides en el hombre, bajo el nombre de glándulas laríngeas. Estos dibujos estuvieron perdidos por siglos y fueron redescubiertos a finales del siglo 19. Durante todos esos siglos se desconocía el funcionamiento de la glándula aunque se asociaba el bocio con males de ojo y castigos divinos y se desconocía totalmente su relación con el hipotiroidismo o mixedema y el cretinismo o hipotiroidismo congénito. El primer registro de una exitosa cirugía de tiroides fue en el siglo 10 realizado por Albucasis, que eliminó un bocio grande de un hombre bajo sedación de opio.
Los primeros estudios científicos fueron dirigidos por Astley Cooper, cirujano y anatomista inglés en la primera mitad del siglo 19 que llevó a cabo estudios, junto con Thomas Wilkins sobre la secreción de sustancias de la tiroides directamente al torrente sanguíneo creando el concepto de «glándulas de secreción interna», sin embargo la relación de la glándula con los padecimientos tiroideos se siguió desconociendo al menos por 70 años más hasta que se descubrió el uso del extracto de tiroides que fue de uso común en la práctica médica, comenzando con Horsley y Murray que empezaron a inyectar extracto de tiroides de oveja «el caldo rosado» a pacientes con mixedema con éxito pero sin comprender la razón por la que esto funcionaba.
Los cristales de tiroxina o Tetra-yodo-tironina no fueron aislados hasta 1914 por Eduard Calvin Kendall, un bioquímico norteamericano. Algún tiempo después, en 1952 se descubrió tri-yodo-tironina y sus precursores la mono y la diyodo tiroinina, lo que ayudó a avanzar el estudio de la tiroidología significativamente.
En 1855, Thomas Addison un médico inglés nacido en Longbenton upon Tyne que se graduó de médico en la universidad de Edimburgo y describe la primera asociación entre la alteración de una glándula con una enfermedad en que los pacientes presentaban debilidad, vómito e hiperpigmentación de la piel y de ahí el nombre del síndrome que se produce por la deficiencia crónica suprarrenal. La enfermedad de Addison (también conocida como insuficiencia suprarrenal primaria o hipoadrenalismo) que es un trastorno poco frecuente de las glándulas suprarrenales. Éste afecta a aproximadamente 1 de cada 100.000 personas relacionada frecuentemente con la tuberculosis y otras infecciones crónicas.
Charle Eduard Brown–Sequard, un fisiólogo originario de la isla de Mauricio, demostró que la extirpación quirúrgica de las glándulas adrenales en animales era mortal y 50 años después, Ernest Starling un médico inglés y su cuñado William Bayliss trabajando en el University College de Londres en 1901 descubrieron la secretina, hormona intestinal involucrada en la secreción exocrina del páncreas. Fue el mismo Starling, en 1905, el primero en usar el término hormona o «mensajero» para referirse a esas sustancias.
Se conocen hoy en día más de 80 hormonas diferentes y casi año a año se descubren nuevas o nuevas funciones de las anteriores. Al inicio se pensaba que cada hormona tenía una única función y un único órgano blanco pero ese concepto ha cambiado y hoy sabemos que muchas hormonas tienen funciones variadas de acuerdo al sitio en donde ejerzan su acción, lo cual complica aún más el problema.
EL SISTEMA ENDOCRINO COMO UN TODO:
El sistema se encuentra formado por glándulas primarias que son indispensables para la vida y secundarias, de las cuales podríamos prescindir aunque siempre con importantes cambios en nuestra salud.
Entre los primarios el más importante es el hipotálamo, una zona del cerebro que tiene un peso de unos cinco gramos y que realiza la conexión entre el sistema nervioso y el endócrino e interpreta los estímulos recibidos de los sentidos y de receptores localizados en varias partes del cuerpo, con la producción de sustancias liberadoras de hormonas primarias que ocurre en la hipófisis, la cual se puede considerar como parte del hipotálamo y en la glándula pineal. El hipotálamo forma parte del sistema límbico y regula directa o indirectamente la presión arterial, la frecuencia cardiaca, el hambre, la sed, la respuesta al frío o al calor, el sueño, el depósito de grasa o la eliminación de la misma Por ejemplo por medio de la glándula pineal se produce la respuesta a la luz que ingresa por los ojos y que por medio del «TRACTO RETINO-HIPOFISARIO» se conecta a través del ganglio cervical con la pineal y determina la producción de una hormona llamada «MELATONINA» que se encarga de regular el estado de sueño o vigilia de acuerdo a que sea día o noche y que alterna con el cortisol y las hormonas tiroideas que estimulan el despertar y promueven el estado de alerta propio del funcionamiento diurno del ser humano.
Las hormonas se difunden a través de la sangre en todo el cuerpo pero solamente hacen su función en los llamados «ÓRGANOS BLANCO» o células diana que son las que contienen los receptores necesarios para que la hormona se acople y transmita su mensaje lo cual lo realiza por medio de intermediarios o sea sustancias mensajeras que atraviesan la membrana celular y llegan al citoplasma y de allí al núcleo celular en donde producen o excitan la producción de otras sustancias que son las que llevan a cabo las funciones finales del sistema.
Entre los órganos endocrinos secundarios tenemos los que producen hormonas bajo el estímulo de otras hormonas provenientes de la hipófisis o de otras glándulas. Entre ellas tenemos las gónadas (testículos y ovarios) que producen las llamadas hormonas sexuales, los riñones que liberan entre otras sustancias la «RENINA» la cual por medio del sistema renina-angiotensina regula la presión arterial y la eliminación de sustancias a través de la orina.
El corazón funciona también como un órgano endócrino ya que produce el «PÉPTIDO NATRIURÉTICO AURICULAR» el cual, cuando la presión o el volumen sanguíneo están aumentados se libera produciendo vasodilatación y bajando la presión arterial. También disminuye la reabsorción de sodio en los túbulos renales con lo que consigue la eliminación del exceso de líquido extracelular.
HIPÓFISIS (eje hipotálamo-hipofisario):
La hipófisis es una de las glándulas más importante del sistema endocrino ya que se encarga de la regulación de todas las otras glándulas. Está formada por tres lóbulos: el anterior, el intermedio, que sólo existe durante un corto periodo, y el posterior. Los primeros estudios de esta glándula provienen del análisis del gigantismo por Harvey William Cushing un médico norteamericano del siglo 19 y 20. Este médico dedicó varios años a estudiar las alteraciones de la silla turca en el esqueleto de un gigante conservado en un museo llegando a la conclusión de que había de existir un tumor de la pituitaria causante del problema. Ha dado su nombre al síndrome de hiperadreno-corticalismo que puede deberse a una neoplasia de la corteza suprarrenal o del lóbulo anterior de la hipófisis, o a la ingestión excesiva y prolongada de glucocorticoides con fines terapéuticos, y que cuando resulta de una secreción excesiva de la hormona adrenocorticotropa en la hipófisis anterior –con la existencia o no de un adenoma hipofisario. Pero también deja su nombre al fenómeno del incremento de la presión arterial como consecuencia de un aumento de la presión intracraneal; y la presión ejercida contra el bulbo raquídeo.
La hipófisis se localiza en la base del cerebro en estrecha relación con el hipotálamo. Los lóbulos anterior y posterior segregan diferentes hormonas. El anterior o adeno-hipófisis libera hormonas que estimulan la función de otras glándulas endocrinas, por ejemplo la hormona adrenocorticotropa o ACTH, que estimula la corteza suprarrenal; la hormona estimulante de la glándula tiroides o tirotropina (TSH) que controla el tiroides; la hormona estimulante de los folículos o foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH), que estimulan las glándulas sexuales; y la prolactina, que, al igual que otras hormonas especiales, influye en la producción de leche por las glándulas mamarias y otras funciones metabólicas.
La hipófisis anterior es fuente de la hormona del crecimiento, denominada también somatotropina; esta hormona (GH, del inglés: growth hormone), también llamada hormona somatotropa, es de tipo peptídico y estimula el crecimiento, reproducción celular y la regeneración tisular. Aparentemente la GH no actúa directamente sobre los tejidos diana o blanco sino a través del hígado que por efecto de la hormona libera unas sustancias llamadas SOMATOMEDINAS y por el FACTOR DE CRECIMIENTO SIMILAR A LA INSULINA (ILGF).
La hormona de crecimiento es un polipéptido de 191 aminoácidos de una sola cadena sintetizada, almacenada y secretada por las células somatótropas dentro de las alas laterales de la adenohipófisis. El término hormona somatotropina se refiere a la hormona del crecimiento producida naturalmente por los animales, mientras que el término somatropina se refiere a la hormona del crecimiento producida por la tecnología ADN recombinante en el laboratorio, y en humanos es abreviada «HGH». Favorece el desarrollo de los tejidos del organismo, en particular la matriz ósea y el músculo, e influye sobre el metabolismo de los hidratos de carbono disminuyendo el depósito de grasa en el tejido adiposo. La hipófisis anterior también secreta una hormona denominada estimuladora de los melanocitos, que regula la síntesis de melanina en las células pigmentadas de la piel y otros sitos llamadas «melanocitos».
La hipófisis anterior también produce sustancias similares a hormonas llamadas endorfinas, que son péptidos que actúan sobre el sistema nervioso central y periférico para reducir la sensibilidad al dolor y estimular otros procesos. Son opioides endógenos que funcionan como neurotransmisores producidas durante la excitación, el dolor, el consumo de alimentos picantes o de chocolate, el enamoramiento y el orgasmo, y son similares a los opiáceos en su efecto analgésico y de sensación de bienestar, como por ejemplo al escuchar música o ver a una persona o imagen agradable o desagradable.
El hipotálamo es la porción del cerebro de donde se deriva la hipófisis, secreta la hormona antidiurética (que controla la excreción de agua y la presión arterial). También se denominada vasopresina la cual circula por medio de células nerviosas y se almacena en el lóbulo posterior de la hipófisis. La vasopresina controla la cantidad de agua excretada por los riñones e incrementa la presión sanguínea. Su ausencia produce la llamada «diabetes insípida» que lleva al paciente a grados severos de deshidratación.
El lóbulo posterior de la hipófisis también almacena una hormona fabricada por el hipotálamo llamada oxitocina. Esta hormona estimula las contracciones musculares, en especial del útero, y la excreción de leche por las glándulas mamarias. También tiene muchas funciones en el comportamiento sexual. Es producida por los núcleos supraóptico y paraventricular del hipotálamo y es liberada a través del sistema conocido como «tracto hipotálamo-hipofisario» y luego a la circulación a través de la neurohipófisis o porción posterior de la pituitaria. Además de lo anotado, ejerce funciones como neuromodulador en el sistema nervioso central regulando los comportamientos sociales, patrones sexuales y la conducta parental, como el llamado «instinto maternal».
En las mujeres, la oxitocina se libera en grandes cantidades tras la distensión del cuello uterino y la vagina durante el parto, así como en la producción de la leche materna en respuesta a la succión del pezón por el bebé, facilitando por tanto el parto y la lactancia. En el cerebro también está involucrada en el reconocimiento y establecimiento de relaciones de confianza y generosidad entre personas. Ejemplo de ello es que la ausencia de la oxitocina podría jugar un papel relevante en la aparición del autismo. También se piensa que su función está asociada con la excitación sexual por el contacto y el orgasmo, sobre todo en el orgasmo femenino que es casi exclusivo del ser humano.
La secreción de varias de las hormonas de la hipófisis anterior o adeno-hipófisis está bajo control hipotalámico: la tirotropina o TSH es estimulada por el factor liberador de tirotropina (TRF), la hormona luteinizante, por la hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH). Por otra parte, la dopamina elaborada por el hipotálamo inhibe la liberación de prolactina y la liberación de la hormona de crecimiento por la hipófisis anterior, se inhibe por la somatostatina, sintetizada en el páncreas y posiblemente en el hipotálamo.
Muy relacionada a la hormona de crecimiento tenemos la somatostatina (o GHIH, del inglés Growth Hormone Inhibiting Hormone), conocida como hormona inhibidora de la hormona de crecimiento o somatotropina) es una hormona proteica con 14 aminoácidos producida por las células delta del páncreas, en los islotes de Langerhans. Interviene indirectamente en la regulación de la glucemia e inhibe la secreción de insulina y glucagón. La secreción de la somatostatina está regulada por altos niveles de glucosa, aminoácidos, glucagón, ácidos grasos libres y de diversas hormonas gastrointestinales. Su déficit o su exceso provocan indirectamente trastornos en el metabolismo de los carbohidratos. También es secretada por el hipotálamo y por otras zonas del sistema nervioso central (región paraventricular anterior, capa externa de la eminencia media, órgano subcomisural, glándula pineal). Inhibe la síntesis o secreción de la hormona del crecimiento (GH, STH o somatotropina) por parte de la adenohipófisis, por lo que es una hormona de anti-crecimiento. También inhibe el eje hipotálamo-hipófisis-tiroides, bloqueando la respuesta hipofisaria al factor liberador de la TSH o tirotropina. Se secreta n expresar receptores para la somatostatina y, por otra parte, se ha descubierto también en la mucosa gastrointestinal y, además, los tumores carcinoides puede que tiene funciones como neurotransmisor en el sistema nervioso central. Produce una disminución de ciertas secreciones gastrointestinales por lo que se utiliza, en unión con ayuno total y nutrición endovenosa, en el tratamiento de fístulas gastrointestinales disminuyendo el tiempo para su cicatrización. Para esto se utiliza un análogo de la somatostatina conocido como «octeótrido».
GLÁNDULA PINEAL
La melatonina o N-acetil-5-metoxitriptamina es una hormona encontrada en animales, plantas, hongos y bacterias, así como en algunas algas; en concentraciones que varían de acuerdo al ciclo diurno/nocturno. La melatonina es sintetizada a partir del aminoácido esencial triptófano. Se produce, principalmente, en la glándula pineal, y participa en una gran variedad de procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos, como controlar el ciclo diario del sueño.
La producción de melatonina varía con la cantidad de luz ambiental. El tracto retiniano-hipotalámico transmite los estímulos lumínicos al cerebro y determina la cantidad de melatonina que se sintetiza a partir de la serotonina la cual alcanza la mayor concentración en la glándula pineal en etapas de oscuridad determinando una mayor liberación de melatonina.
Aparte de regular el ciclo de sueño/vigilia, también influye en el comportamiento sexual, en la maduración de los órganos del sistema reproductivo, en el proceso de aprendizaje y memorización y en el estado de ánimo favoreciendo el optimismo y una actitud positiva.
La glándula pineal es una pequeña protruberancia del tercer ventrículo en el mesencéfalo y durante muchos años se pensó que era totalmente inactiva o inútil.
GLÁNDULAS SUPRARRENALES
Cada glándula suprarrenal está formada por una zona interna denominada médula y una zona externa que recibe el nombre de corteza y se localizan sobre los riñones, de ahí su nombre. La función endocrina está a cargo de las células cromafines las cuales están inervadas por fibras simpáticas preganglionares del sistema nervioso autónomo, de modo que cuando se activa el sistema nervioso simpático (como ocurre en caso de estrés agudo) segregan unas hormonas, las catecolaminas. La adrenalina (o epinefrina) constituye el 80% de la secreción de la médula, mientras que la noradrenalina (norepinefrina) es el 20% restante. Ambas hormonas son simpaticomiméticas, es decir imitan los efectos de la estimulación simpática por el sistema nervioso autónomo. Las catecolaminas ayudan al organismo a prepararse para combatir el estrés agudo, o sea lo que se conoce como la reacción de «lucha o escape»; cuando éste se produce, los impulsos recibidos por el hipotálamo son transmitidos a las neuronas simpáticas pregangliónicas que estimulan las células cromafines para que produzcan adrenalina y noradrenalina. Ambas hormonas aumentan la presión arterial, aceleran la frecuencia cardíaca y la respiración, aumentan la eficiencia de la contracción muscular y aumentan los niveles de azúcar. Y además promueven una buena reacción de múltiples receptores adrenérgicos en diversas partes del cuerpo. La norepinefrina también es sintetizada en las neuronas post-ganglionares del sistema nervioso simpático y en el sistema nervioso central. La biosíntesis de ambos compuestos es realizada en una cadena de reacciones enzimáticas que parte del aminoácido L-tirosina, el cuál se puede producir desde fenilalanina o adquirirse directamente de la alimentación. En resumen, todas estas acciones ayudan al organismo a enfrentarse a situaciones de urgencia de forma más eficaz. Podemos afirmar que ambas hormonas tienen acción similar y que, ante un estado de estrés agudo.
La corteza suprarrenal, por su parte, elabora un grupo de hormonas denominadas glucocorticoides, que incluyen la corticosterona y el cortisol, y los mineralocorticoides, como la aldosterona y otras sustancias hormonales esenciales para el mantenimiento de la vida y la adaptación al estrés de tipo sub-agudo o crónico.
El cortisol (hidrocortisona) es una hormona esteroidea, o glucocorticoide, se libera como respuesta al estrés y a un nivel bajo de glucocorticoides en la sangre. Sus funciones principales son incrementar el nivel de azúcar en la sangre a través de la gluconeogénesis, o sea la conversión de aminoácidos glucogénicos (ver más adelante) en glucosa, suprime el sistema inmunológico y al metabolismo de grasas, proteínas y carbohidratos promoviendo la glucogenolisis o sea la conversión de glucógeno en glucosa y, además, inhibe la formación ósea o sea el depósito de calcio en los huesos condicionando, cuando se usa en forma exógena o se aumenta la secreción por enfermedad o síndrome de Cushing, la producción de osteoporosis. Varias formas sintéticas de cortisol se usan para tratar una gran variedad de enfermedades diferentes.
En el ser humano, estudios cinéticos de la conversión del colesterol libre del plasma en cortisol han demostrado que, en esencia, todo el cortisol secretado deriva del colesterol circulante en condiciones basales y como resultado de la estimulación aguda con adrenocorticotropina (ACTH) producida por la adeno-hipófisis.
Las secreciones suprarrenales de tipo mineralo-corticoides regulan el equilibrio de agua y sal del organismo, influyen sobre la tensión arterial, actúan sobre el tejido y el sistema circulatorio linfático, influyen sobre los mecanismos del sistema inmunológico y regulan el metabolismo de los glúcidos y de las proteínas.
La principal es la aldosterona (aldo de aldehído + sterona de esteroide) es una hormona esteroidea de la familia de los mineralo-corticoides, producida por la sección externa de la zona glomerular de la corteza suprarrenal. Actúa en la conservación del sodio, en la secreción de potasio y en el incremento la presión sanguínea. Su secreción está disminuida en la Enfermedad de Addison e incrementada en el Síndrome de Conn o hiperaldosteronismo primario con o sin adenoma suprarrenal. Las hormonas esteroideas son sintetizados a partir del colesterol dentro de la corteza suprarrenal y requieren adrenotoxina como un cofactor.
La aldosterona y la corticosterona comparten la primera parte de su mecanismo de biosíntesis. La última parte es mediada por la aldosterona sintetasa o por la 11β-hidroxilasa (para la corticosterona). Estas enzimas son muy parecidas porque comparten la hidroxilación 11β y la 18-hidroxilación. Pero la aldosterona sintasa es capaz de realizar mayormente la 18-oxidación. Además, la aldosterona sintasa se encuentra en el límite exterior de la corteza suprarrenal; la 11β-hidroxilasa se encuentra en la zona fascicular y en la zona reticular.
La síntesis y liberación responden a la ACTH de la adeno-hipófisis y a una elevación de los niveles de potasio o de angiotensina II formada a partir de la renina que es a su vez secretada por el riñón.
Con respecto al cortisol y la aldosterona, tenemos que considerar que somos el producto de muchos años de evolución, y una de las cosas que nos ha ayudado a sobrevivir, es el desarrollo de la que se ha denominado hormona del estrés: el cortisol o hidrocortisona el cual, liberado en situaciones estresantes, produce los siguientes efectos en el organismo:
- Dilatación de pupilas (nos permite ver mejor el peligro).
- Mejora de la función cerebral (nos posibilita el pensar más rápido).
- Mayor capacidad pulmonar (podemos captar mayor cantidad de oxigeno).
- Aumento de la frecuencia cardiaca (permite llevar el oxígeno y los nutrientes rápidamente al músculo, así como eliminar las sustancias de deshecho).
- Movilización de carbohidratos y grasas; así como obtención de energía de las proteínas musculares (nos permite obtener energía de forma rápida).
- Una vez el peligro desaparece el cortisol sigue actuando para ayudar al cuerpo a recuperarse con
Aumento del apetito (para recuperar la energía perdida).
Acumulación de grasa (para tener más energía para siguientes ocasiones).
Estos últimos efectos se manifiestan sobre todo en los casos de estrés sostenido o crónico como el que se vive en personas sometidas a mucha tensión laboral por ejemplo.
En los primeros tiempos del desarrollo de los mamíferos y en los animales salvajes, los efectos del cortisol dan más posibilidades para sobrevivir a la gran cantidad de peligros que les rodeaban. Estos individuos tenían más posibilidades de reproducirse y de que estas características pasasen a las siguientes generaciones.
En la actualidad, nuestro estrés suele ser emocional (tráfico excesivo, entregar un trabajo, recibir una reprimenda, etc.) por lo que lo único que se hace es sobrecargar al organismo de energía que no se va a utilizar, y como consecuencia se producen un aumento del apetito a pesar de tener sobrepeso o estar satisfecho y un deseo irrefrenable por alimentos de alto contenido calórico y rápido metabolismo como los dulces que producen aumento de peso o incapacidad para bajarlo.
Igualmente el exceso de cortisol condiciona aumento también de la aldosterona produciendo acumulación de agua en asocio con la grasa produciendo el llamado LIPO-EDEMA.
El aumento de glucosa en sangre producido por el cortisol, hace que se dispare la insulina y esta hormona, anabólica por excelencia, hará que la glucosa pase rápidamente a la célula sobre todo acumulándola como glucógeno y enviará parte de la energía a los adipocitos para que se almacene en forma de grasa sobre todo en la zona central del cuerpo en donde se supone que hay más receptores para la insulina en el tejido graso. Esto porque los adipocitos abdominales se hicieron, con la evolución, más sensibles a los receptores del cortisol que otros adipocitos de otras zonas del cuerpo.
El cortisol provoca catabolismo o sea pérdida de tejido muscular haciendo que las proteínas de descompongan en aminoácidos algunos de los cuales se transforman en cetoácidos (aminoácidos cetogénicos) y otros en glucosa por medio del mecanismo conocido como gluco-neogénesis aumentando aún más la secreción de insulina y, por ende, la acumulación de grasa en el cuerpo condicionando también que a la larga disminuya el metabolismo basal lo que hace, si seguimos con el mismo consumo calórico que aumentemos más de peso.
Además, las glándulas suprarrenales también producen pequeñas cantidades de hormonas masculinas y femeninas que pueden volverse muy importantes en ciertas enfermedades o en estados post-castración.
TIROIDES
El tiroides es una glándula bilobulada, unida por un istmo con un peso de 15 a 30 gramos en condiciones normales., situada en el cuello. Las hormonas tiroideas, la tiroxina y la triyodotironina aumentan el consumo de oxígeno y estimulan la tasa de actividad metabólica, regulan el crecimiento y la maduración de los tejidos del organismo y actúan sobre el estado de alerta físico y mental. La tiroides tiene una función en la salud general de una persona, pues las hormonas que produce sirven como mensajeras químicas para controlar la temperatura corporal, frecuencia cardiaca, fuerza muscular, colesterol, memoria, contracción y movilidad de aparato digestivo, el tono muscular e incluso el ánimo. En el momento en que la tiroides no funcione bien y su producción de hormonas es irregular, ya sea muy alta o demasiado baja, las reacciones químicas del organismo se desequilibran.
La unidad funcional de la glándula es el folículo tiroideo que es una estructura de forma circular con un núcleo formado por una sustancia coloide en donde se almacenan las hormonas listas para pasar a la circulación. Las hormonas son producidas por las células foliculares a partir del aminoácido tirosina. La tiroides participa en la producción de hormonas, especialmente monoyodo-tironina, diyodo-tionina, tiroxina (T4) y triyodo-tironina (T3). Estas últimas se producen por la unión de la mono y la diyodo-tironina.
También puede producir (T3) inversa. El proceso de síntesis de la hormona tiroidea empieza por la captación del yodo circulante en la sangre en forma de yoduro (I-). Este paso de incorporación del yodo por la membrana basal del tirocito se da gracias a la proteína transportadora NIS (sodio-yodo simporter). Posterior a este paso, el yoduro es transportado desde la membrana basal, hasta la membrana apical del tirocito. En la membrana apical, el yoduro es oxidado hasta yodonio (I+) gracias a la participación de la enzima tiroxidasa (Thox) y al peróxido de hidrógeno que actúa como captador de electrones.
Estas hormonas regulan el metabolismo basal y afectan el crecimiento y grado de funcionalidad de otros sistemas del organismo. El yodo es un componente esencial tanto para T3 como para T4. Las glándulas paratiroides ubicadas en la cara posterior de la tiroides sintetizan la hormona paratohormona que juega un papel importante en la homeostasis del calcio. La tiroides es controlada por el hipotálamo y la glándula pituitaria (o hipófisis).
Los folículos pilosos en la piel cabelluda expresan TRH (factor liberador de la tirotropina) y su receptor, los mismos que responden a la estimulación por TRH. La TRH promueve el crecimiento del cabello, prolonga el anágeno (uno de los ciclos de vida del cabello) y antagoniza el catágeno disminuyendo el factor de crecimiento tisular (TGF-2), el cual es un inductor de la regresión del folículo piloso. La TRH aumenta la proliferación e inhibe la apoptosis de los queratinocitos del bulbo del folículo piloso y adicionalmente favorece la pigmentación del cabello. La TRH regula también la expresión de PRL y su receptor en ciertos componentes de la piel. En los folículos pilosos, la administración de TRH incrementa la inmuno-reactividad para PRL y su receptor.
No hay duda que las hormonas tiroideas se expresan en todo el cuerpo y no queda ningún tejido en que no tengan influencia. De ahí la importancia de la enfermedad endocrinológica más frecuente en la actualidad, el hipotiroidismo que se calcula que afecta a una de cada 70 mujeres y uno de cada 400 hombres aunque es diagnosticado mucho menos frecuentemente por lo que la mayoría de las personas que padecen la deficiencia no lo saben y no reciben tratamiento adecuado. La enfermedad severa se conoce como mixedema y es poco frecuente ocurriendo en el uno o dos por ciento de los casos de hipotiroidismo. El hipotiroidismo por si solo no produce aumento de peso pero si dificulta el adelgazamiento ya que disminuye importantemente el metabolismo basal y por lo tanto relenta las funciones orgánicas y disminuye la lipolisis o sea la destrucción del tejido graso.
El tiroides también secreta una hormona denominada calcitonina, por parte de las células para-foliculares la cual disminuye los niveles de calcio en la sangre e inhibe su reabsorción ósea.
La glándula tiroides se enferma con frecuencia y puede producir tumores (ver tumores de la tiroides) y la más frecuente de sus afecciones funcionales es el hipotiroidismo (ver articulo)
GLÁNDULAS PARA-TIROIDEAS
Las paratiroides se localizan en un área cercana o están inmersas en la glándula tiroides. La hormona paratiroidea o parato-hormona regula los niveles sanguíneos de calcio y fósforo y estimula la reabsorción de hueso.
La hormona paratiroidea lleva a cabo esta función de aumento del calcio sérico mediante una mayor absorción intestinal de calcio para lo cual interactúa con la vitamina D de la que se requiere un aporte suficiente; mayor liberación de calcio de los huesos; aumento de la resorción de calcio y menor resorción de fosfato por el túbulo renal. Se opone a la acción de la hormona paratiroidea la calcitonina que se produce en las células para-foliculares (también llamadas células C) de la glándula tiroides que impide la liberación de calcio por los huesos.
La secreción de parato-hormona depende únicamente de la concentración de calcio en el suero y cuando el calcio está bajo aumenta y disminuye frente a un calcio alto.
Cuando se produce hiperparatiroidismo se da perdida constante de substancias minerales del hueso en el tiene como resultado la descalcificación de los huesos y la formación de cálculos de fosfato de calcio en el riñón. Por lo contrarío, el hipo-paratiroidismo es casi siempre resultado de la eliminación quirúrgica accidental de las glándulas paratiroides durante una cirugía de bocio lo cual ocurre con cierta frecuencia por el tamaño tan pequeño de las glándulas y el hecho que dependen de las arterias tiroideas para su irrigación lo que hace que se produzca falta de circulación en ellas cuando se ligan esas arterias como ocurre en las operaciones por cáncer de tiroides. Estos pacientes requieren un suplemento extra de calcio de por vida y en algunos casos la inyección de hormona paratiroidea lo cual es difícil por el costo de este producto.
El síndrome de DiGeorge es una enfermedad infantil en la cual el hipoparatiroidismo se presenta a causa de la ausencia total de las glándulas paratiroides al nacer. Esta enfermedad incluye otros problemas de salud además de hipoparatiroidismo.
OVARIOS
Los ovarios son los órganos femeninos de la reproducción, o gónadas femeninas. Son estructuras pares con forma de almendra situadas a ambos lados del útero cuya función principal es la de producir la maduración y liberación de óvulos para ser fecundados. Los folículos ováricos producen óvulos pero también funcionan como órganos endocrinos secundarios produciendo un grupo de hormonas denominadas en forma genérica: estrógenos
Estas hormonas son necesarias para el desarrollo sexual de las mujeres y de los demás órganos reproductores y de la aparición y conservación de las características sexuales secundarias, como distribución de la grasa subcutánea, amplitud de la pelvis, acúmulo de grasa en las regiones glúteas, crecimiento y proliferación de las células de las mamas y la distribución ginecoide del vello púbico y axilar. También contribuyen en general a las características psicológicas distintivas del sexo femenino como la labilidad afectiva y otras.
Los estrógenos están presentes en los fetos de sexo femenino y determinan el desarrollo del sistema reproductor y la aparición de características distintivas de este sexo. Durante los primeros años de la vida su secreción disminuye y el periodo de pubertad y madurez sexual en las mujeres comienza cuando se eleva la producción de estrógenos, que estimulan la maduración del útero, la vagina, el endometrio y las trompas de Falopio. El nivel de estrógenos se mantiene más o menos estable hasta cerca de la llegada de la menopausia, donde se produce una caída de estas hormonas la cual no es drástica sino que se da en forma progresiva a partir de los 35 años llegando a la menopausia, o se el cese de la menstruación entre los 45 y los 55 años.
Los estrógenos tienen funciones protectoras en la mujer pre-menopáusica ayudando a disminuir la frecuencia de enfermedades cardiacas, mantienen la calcificación de los huesos, protegen contra infecciones o alteraciones vaginales y ayudan al trofismo general del cuerpo femenino.
Hay tres formas de estrógenos presentes en el cuerpo humano. Estas hormonas actúan sobre el núcleo de casi todas las células del cuerpo y regulan la síntesis de proteínas, lo que explica su importancia tanto en el desarrollo sexual y la reproducción, como en otros procesos físicos y mentales. Los tres tipos de estrógenos son:
Estradiol cuya síntesis se produce a partir de la testosterona y es el tipo de estrógeno que se encuentra en mayor cantidad en el organismo femenino durante los años de fertilidad.
Estriol que se sintetiza a partir de la androsterona y se produce en grandes cantidades durante el embarazo, llegando a aumentar hasta mil veces sus niveles en la orina durante la gestación. La medición de los niveles de estas sustancias es una prueba muy frecuente para comprobar el estado del feto y de la placenta. Analizando la producción de este estrógeno se pueden detectar problemas y complicaciones como la insuficiencia placentaria, que puede comprometer gravemente la vida del feto.
Estrona que es el estrógeno menos abundante y se sintetiza a partir de la progesterona. Su producción tiene lugar tanto en el ovario como en el tejido adiposo por lo que sus niveles pueden estar aumentados en personas con gran acumulación de grasa y es posible que esté involucrada en la producción de la llamada obesidad ginecoide o cuerpo con forma de pera.
La progesterona ejerce su acción principal sobre la mucosa uterina en el mantenimiento del embarazo y también actúa junto a los estrógenos favoreciendo el crecimiento y la elasticidad de la vagina. Los ovarios también elaboran una hormona llamada relaxina, que actúa sobre los ligamentos de la pelvis y el cuello del útero y provoca su relajación durante el parto, facilitando de esta forma el alumbramiento.
Los hombres también tienen estrógenos que cumplen funciones esenciales en su vida. La producción de estrógenos en el hombre adulto proviene de la formación extra-glandular a partir de hormonas precursoras y de la secreción directa testicular. En el varón se producen aproximadamente 66 microgramos de Estrona y 45 de Estradiol en 24 horas, siendo que este último es el estrógeno de acción más relevante en sexo masculino.
El 15 a 20% proviene de la producción directa por los testículos, aproximadamente 60% deriva de la aromatización periférica de la testosterona circulante y 20% es producto de la conversión periférica de la estrona (por acción de la enzima 17β hidorxiesteroide-dehidrogenasa).
La mayor parte de la estrona circulante proviene de la conversión periférica de la androstenediona, producida principalmente por las glándulas suprarrenales. La conversión de androstenediona a estrona y de testosterona a estradiol es función de la enzima aromatasa. Los principales sitios de acción de esta enzima son el tejido graso, el hígado y la piel y los receptores a estrógenos son parte de la familia de los receptores a hormonas esteroideas.
TESTÍCULOS
Las gónadas masculinas o testículos son cuerpos ovoideos pares que se encuentran suspendidos en el escroto. Las células de Leydig de los testículos producen una o más hormonas masculinas, denominadas andrógenos, la más importante de las cuales es la testosterona, que estimula el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, influye sobre el crecimiento de la próstata y vesículas seminales, y estimula la actividad secretora de estas estructuras. Los testículos también contienen células que producen el esperma.
La testosterona es la principal hormona sexual masculina. Sus funciones en el organismo son múltiples y varían a lo largo de la vida del individuo. A grandes rasgos la testosterona es la hormona responsable de la diferenciación sexual del feto masculino durante la etapa prenatal. Al igual que los estrógenos su producción disminuye durante los primeros años de la vida y es durante la pubertad que se incrementa y se encarga de la aparición de los caracteres sexuales secundarios como la distribución característica del vello, el desarrollo de los órganos sexuales, el crecimiento corporal y desencadena el inicio de la espermatogénesis o producción de espermatozoides.
Durante la vida adulta realiza funciones anabólicas como el mantenimiento del trofismo y desarrollo muscular típico del hombre, de la mineralización ósea y de la regulación de la distribución de la grasa corporal diferente que en las mujeres entre otras y se encarga además del mantenimiento de la libido y de la función sexual y reproductiva.
Produce las características psicológicas del sexo masculino determinando mayor agresividad que en las mujeres y una conducta emotiva menos impresionable.
Se desconoce con exactitud la causa para la activación de la producción hormonal que determina la pubertad aunque se sabe que la kisspetina que es una sustancia liberada por ciertas células del hipotálamo, es responsable para el inicio de la maduración de los ovarios o testículos y el inicio de la producción hormonal por esos órganos.
PÁNCREAS
La mayor parte del páncreas está formado por tejido exocrino que libera enzimas producidas por las acinos pancreáticos a través de los conductos de Wirsung y de Santorini hacia el duodeno y que ayudan en los procesos digestivos. Por otra parte, sobre todo en la parte del cuerpo y la cola del páncreas, hay grupos de células endocrinas, denominados islotes de Langerhans, distribuidos entre el tejido pancreático y que liberan principalmente dos hormonas, la insulina y el glucagón que interactúan en el metabolismo de los hidratos de carbono pero también intervienen en el de las grasas y los aminoácidos. (ver también)
La insulina (Ver tambien) actúa sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas y grasas, aumentando la tasa de utilización de la glucosa y favoreciendo la formación de proteínas y el almacenamiento de grasas.
El glucagón es una hormona peptídica de 29 aminoácidos que actúa en el metabolismo del glucógeno. Tiene un peso molecular de 3485 dalton. Esta hormona es sintetizada por las células alfa del páncreas (en la los islotes de Langerhans). Una de las consecuencias de la secreción de glucagón es la disminución de la fructosa-2,6-bisfosfato y el aumento de la gluconeogénesis o sea el incremento de los niveles sanguíneos de glucosa. Su uso terapéutico es muy limitado y a veces se usa inyectable en los casos de choque insulínico (hipoglucemia). Las células reaccionan usando la insulina adicional para producir más energía de la cantidad de glucosa en la sangre. El glucagón también se utiliza como antídoto para las intoxicaciones por betabloqueantes y también aumenta de forma transitoria los niveles de azúcar en la sangre mediante la liberación de glucosa procedente del hígado.
Es una hormona de estrés que se eleva en situaciones como procesos infecciosos severos, trauma, quemaduras, estados postoperatorios y otros. Estimula los procesos catabólicos (destrucción de reservas) e inhibe los anabólicos. Tiene, en el hígado, sobre todo, un efecto híper-glucemiante debido a su potente efecto glucogenolítico (activación de la glucógeno fosforilasa e inactivación de la glucógeno sintetasa). Desactiva a la piruvato kinasa y estimula la conversión del piruvato en fosfoenol-piruvato (inhibiendo así la glucólisis). Estimula la captación de aminoacidos por el hígado para incrementar la producción de glucosa. Estimula la gluconeogénesis. También tiene un efecto cetogénico y gluconeogénico o sea que induce la conversión en ceto ácidos de los aminoácidos cetogénicos y en glucosa de los glucogénicos.
AMINOÁCIDOS CETOGÉNICOS:
- Fenilalanina
- Leucina
- Isoleucina
- Lisina
- Tirosina
- Triptofano
AMINOÁCIDOS GLUCOGÉNICOS:
- Aspartato
- Asparagina
- Alanina
- Glicina
- Serina
- Treonina
- Cisteína
- Glutamato
- Arginina
- Prolina
- Histidina
- Valina
- Metionina
PLACENTA
La placenta, un órgano formado durante el embarazo a partir de la membrana que rodea al feto, asume diversas funciones endocrinas de la hipófisis y de los ovarios que son importantes en el mantenimiento del embarazo. Secreta la hormona denominada gonadotropina coriónica, sustancia presente en la orina durante la gestación y que constituye la base de las pruebas de embarazo.
La placenta produce progesterona y estrógenos, somatotropina coriónica (una hormona con algunas de las características de la hormona del crecimiento), lactógeno placentario y hormonas lactogénicas.
La gonadotropina coriónica humana es una glicoproteína secretada por el sincitio-trofoblasto a partir del día 5 o 6 después de la fecundación alcanzando su concentración máxima en el segundo mes. Mantiene al cuerpo lúteo al inicio del embarazo, promueve la síntesis de esteroides—por medio de la inducción del precursor DHEA—16 la secreción de testosterona en el feto masculino y FSH en el feto femenino.17
El lactógeno placentario humano o somato-mamotropina coriónica humana, es una hormona protéica similar a la prolactina, producida en el sincitio-trofoblasto desde la primera semana del embarazo, alcanzando su concentración máxima en el sexto mes. Mantiene el suministro constante de glucosa estimulando la lipolisis materna por manipulación de las concentraciones y la sensibilidad materna a la insulina. También aumenta el flujo de aminoácidos hacia el feto.
La Glucoproteína β-1 específica del embarazo (PSBG) es una hormona protéica de la familia de inmunoglobulinas producida en el sincitio-trofoblasto. Transporta estrógenos y aminoácidos, es un inmunosupresor. Se detecta poco después de la implantación y, para el final del embarazo, es la proteína fetal más abundante en la circulación sanguínea materna.
También produce progesterona y otras hormonas de menor importancia.
OTROS ÓRGANOS
Otros tejidos del organismo producen hormonas o sustancias similares. Los riñones secretan un agente denominado renina que activa la hormona angiotensina elaborada en el hígado. Esta hormona eleva la tensión arterial y se cree que su secreción es provocada por la estimulación de las glándulas suprarrenales. Los riñones también elaboran una hormona llamada eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos por la médula ósea y que actualmente se usa como tratamiento de elección en la anemia ferropriva y en algunos tipos de hipoplasia medular.
El tracto gastrointestinal fabrica varias sustancias que regulan las funciones del aparato digestivo, como la gastrina del estómago que estimula la secreción ácida y la secretina y colescistoquinina, del intestino delgado, que estimulan la secreción de enzimas y hormonas pancreáticas y también provoca también la contracción de la vesícula biliar y de los conductos biliares produciendo la secreción de bilis hacia el duodeno.
El corazón también segrega una hormona llamada factor natriurético auricular, implicada en la regulación de la tensión arterial y del equilibrio hidroelectrolítico del organismo.
La noradrenalina está presente en las terminaciones nerviosas, donde trasmite los impulsos nerviosos. Los componentes del sistema renina-angiotensina se han encontrado en el cerebro, donde se desconocen sus funciones. Los pépticos intestinales gastrina, colecistoquinina, péptido intestinal vasoactivo (VIP) y el péptido inhibidor gástrico (GIP) se han localizado también en el cerebro. Las endorfinas están presentes en el intestino, y la hormona del crecimiento aparece en las células de los islotes de Langerhans. En el páncreas, la hormona del crecimiento parece actuar de forma local inhibiendo la liberación de insulina y glucagón a partir de las células endocrinas.
MECANISMO DE ACCIÓN HORMONAL
La estimulación de una glándula endocrina provoca la liberación de la hormona, o primer mensajero, el cual a nivel celular, incluye la actividad de la adenilciclasa ligada a la membrana, lo que da lugar a la conversión de ATP en AMP cíclico (cAMP) o segundo mensajero.
El c-AMp influye en muchas reacciones enzimáticas como la permeabilidad de membranas, movimientos iónicos, liberación de hormonas, etc.; que intervienen en la producción de otros productos y respuestas fisiológicos. Procucen también efectos modulatorios, entre los que se encuentran la secreción de prostaglandinas y leucotrienos. Entre todos proporcionan un sistema delicadamente sensible de control para las concentraciones y actividades de los mensajeros primero y segundo.
CLASIFICACION QUIMICA DE LAS HORMONAS
Las hormonas pertenecen a tres grupos de compuestos: esteroides, polipéptidos y derivados de ácidos aminados.
Aquellas hormonas que pertenecen al grupo de las proteínas o polipéptidos incluyen las hormonas producidas por la hipófisis anterior, paratiroides, placenta y páncreas. En el grupo de esteroides se encuentran las hormonas de la corteza suprarrenal y las gónadas. Las aminas son producidas por la médula suprarrenal y el tiroides.
LA SÍNTESIS DE HORMONAS
Tiene lugar en el interior de las células y, en la mayoría de los casos, el producto se almacena en su citoplasma hasta que es liberado en la sangre. Sin embargo, el tiroides y los ovarios contienen zonas especiales para el almacenamiento de hormonas como el coloide tiroideo.
REGULACIÓN DE LA SECRECION HORMONAL
Mediante estimulación del sistema nervioso, hormonas trópicas, liberación de hormonas trópicas y hormonas inhibidoras de la liberación, mecanismos de retroalimentación negativa.
FACTORES DE LIBERACIÓN DE HORMONAS, Y FACTORES INHIBIDORES DE LIBERACIÓN.
La regulación de la secreción hormonal, especialmente de las hormonas trópicas producida por la hipófisis anterior o adeno-hipófisis involucra al sistema nervioso ya que es estimulada por substancias neurohumurales formadas en el hipotálamo (en unidades funcionales del sistema nervioso llamadas núcleos) y luego liberadas a la sangre (sistema porta hipofisario) y llevadas hasta la adeno-hipófisis. (La comunicación entre el hipotálamo y la adeno hipófisis se lleva a cabo por medio de células nerviosas y luego por el sistema sanguíneo portal, en tanto que la comunicación entre el hipotálamo y la neuro-hipófisis, o hipófisis posterior, ocurre por medio de células nerviosas solamente (axones largos). Estas substancias neurohumorales, péptidas se ajustan a la definición de hormonas y se conocen ahora como factores de liberación, y entre ellas se han reconocido algunos factores que inhiben la liberación de otras hormonas.
La actividad del hipotálamo puede recibir la influencia de estímulos que llegan al sistema nervioso central por las vías nerviosas aferentes y sobre todo el nervio vago. De esta manera el sistema nervioso ejerce control sobre la producción y liberación de hormonas. Esto configura un delicado sistema de balances y contra-balances, para regular la función de estas hormonas y los procesos metabólicos que controlan.
TRASTORNOS DE LA FUNCIÓN ENDOCRINA
Las alteraciones en la producción endocrina se pueden clasificar como de hiperfunción (exceso de actividad) o hipofunción (actividad insuficiente). La hiperfunción de una glándula puede estar causada por un tumor productor de hormonas que es generalmente benigno o, con menos frecuencia, maligno. La hipofunción puede deberse a defectos congénitos, cáncer, lesiones inflamatorias, degeneración, trastornos de la hipófisis que afectan a los órganos diana, traumatismos, o, en el caso de enfermedad tiroidea, déficit de yodo. La hipofunción puede ser también resultado de la extirpación quirúrgica de una glándula o de la destrucción por radioterapia.
La hiperfunción de la hipófisis anterior con sobreproducción de hormona del crecimiento provoca en ocasiones gigantismo o acromegalia, o si se produce un exceso de producción de hormona estimulante de la corteza suprarrenal, puede resultar un grupo de síntomas conocidos como síndrome o enfermedad de Cushing que incluye hipertensión, debilidad, policitemia, estrías cutáneas purpúreas, y un tipo especial de obesidad centrípeta.
La deficiencia de la hipófisis anterior conduce a enanismo (si aparece al principio de la vida), ausencia de desarrollo sexual, debilidad, y en algunas ocasiones desnutrición grave. Una disminución de la actividad de la corteza suprarrenal origina la enfermedad de Addison, mientras que la actividad excesiva puede provocar el síndrome de Cushing u originar virilismo, aparición de caracteres sexuales secundarios masculinos en mujeres y niños.
Las alteraciones de la función de las gónadas afectan sobre todo al desarrollo de los caracteres sexuales primarios y secundarios.
Las deficiencias tiroideas producen cretinismo y enanismo en el lactante, y mixedema, caracterizado por rasgos toscos y disminución de las reacciones físicas y mentales, en el adulto. La hiperfunción tiroidea (enfermedad de Graves, bocio tóxico) se caracteriza por abultamiento de los ojos, temblor y sudoración, aumento de la frecuencia del pulso, diarrea, trastornos menstruales, pérdida importante de peso con atrofia de tejido adiposo y muscular, palpitaciones cardiacas, insuficiencia cardiaca e irritabilidad nerviosa.
La diabetes insípida se debe al déficit de hormona antidiurética, y la diabetes mellitus, a un defecto en la producción de la hormona pancreática insulina, o puede ser consecuencia de una respuesta inadecuada del organismo a dicha hormona (síndrome de resistencia a la insulina o síndrome metabólico (ver https://www.dropbox.com/s/cxnp3emn6063ayx/sindrome%20metabolico%20boletin.pdf?dl=0) .
ACTUALIZADO EN MAYO 2023