Comer por atracones

Normalmente comemos hasta saciarnos o sea hasta que el aparato digestivo le informe a nuestro cerebro (centro de la saciedad del hipotálamo) que ya llenamos las necesidades alimentarias.

Pero hay personas, entre ellas las que padecen lo que llamamos OBESIDAD MÓRBIDA (que tienen un IMC o INDICE DE MASA CORPORAL superior a 35- ver inserto) que tienen una necesidad de llenarse más que los demás.

Normalmente nos saciamos cuando el estomago está lleno al 50% de su capacidad máxima pero en esas personas se requiere un 80 a 90% de esa capacidad para sentir la saciedad y, además están dispuestos a comer de nuevo a los pocos minutos después de terminar de alimentarse.

¿Por qué ocurre eso? NO LO SABEMOS pero se sabe que se relaciona con tres aspectos importantes:

  • Hábitos de alimentación en el hogar por lo que los gemelos idénticos que creen juntos, si uno es obeso mórbido, el otro tiene una posibilidad de serlo en un 80% de los casos, pero si crecen separados esa posibilidad baja a un 35%
  • Resistencia a las hormonas, sobre todo a la insulina y a la leptina
  • Cambios en el sistema de neurotransmisores en el cerebro que todavía se están estudiando.

Realmente hay personas que necesitan comer en forma de ATRACONES o sea que necesitan comer en grandes bocados y llenar la boca hasta reventar, para sentirse saciados a eso la llamamos trastorno por atracón.

Se trata de un trastorno de la conducta alimentaria que no tiene que ver con la alimentación compulsiva, la bulimia o el comer en exceso.

En la mayoría de los casos, la persona sufre de aumento de peso u obesidad importante.

El perfil típico es el de una persona que siente periódicos deseos de ingerir alimentos de forma descontrolada (en ocasiones, sobrepasando la ingesta de 5000 calorías diarias), pero, a diferencia de la bulimia, no busca contrarrestar el atracón provocándose el vómito.

El trastorno por atracón es un trastorno alimenticio común en los Estados Unidos y el resto del mundo occidental, pero es muy raro en oriente. Se calcula  que afecta a un 3,5% de las mujeres y el 2% de los hombres y es más frecuente (hasta un 30%) en las personas que buscan un tratamiento para bajar de peso sobre todo una CIRUGÍA BARIÁTRICA.

Es definitivamente un problema psicológico con algunos componentes hormonales y mecánicos del mismo estómago. Simplemente la persona necesita de comer de esa manera para sentirse saciada.

Se ha clasificado psiquiátricamente como un trastorno independiente de la conducta alimentaria de acuerdo al DSM-V y se describió por primera vezpor el psiquiatra e investigador Albert Stunkard en 1959  como «síndrome de alimentación nocturna» (Night Eating Syndrome (NES)), siendo el término «trastorno por atracón» usado posteriormente para describir la misma conducta alimentaria compulsiva, pero sin necesidad de que ocurriera en forma nocturna.

El problema generalmente produce obesidad, a la larga,  aunque puede ocurrir en individuos con un peso normal y es frecuente entre cierto tipo de atletas como los jugadores de futbol americano.

Pueden existir factores genéticos que predispongan al desarrollo del trastorno. Este trastorno tiene una alta incidencia de comorbilidad psiquiátrica como comportamiento compulsivo y trastorno de ansiedad.

Los atracones se han asociado mucho últimamente a síntomas de adicción, en especial a alimentos con alto contenido de azúcar, harina y de sal y se asocia también con los llamados «centros de recompensa del cerebro».

Para esas personas, la ingestión de alimentos en forma masiva, fomenta la liberación de neurotransmisores relacionados con serotonina y la dopamina y eso se ha asociado con el desarrollo de factores neurobiológicos relacionados con el proceso adictivo. Cada vez se hace más claro que la adicción a la comida tiene mucho más que ver con los receptores de dopamina en el cerebro, que cualquier otro neurotransmisor.

La dopamina tiene que ver con los sistemas de recompensa en el cerebro y la adicción a la comida es la causa de la compulsión por comer, ahora llamado por el DSM 5, trastorno por atracón.

Consumir bocados pequeños y masticar repetidamente por al menos 14 segundos es un ejercicio importante para evitar este problema

El tratamiento con medicamentos estimulantes de la recaptación de serotonina puede ayudar pero en general el problema debe atenderse en forma psicológica con un proceso de re-educación alimentaria que facilite una conducta más adecuada en el consumo de alimentos con bocados pequeños y masticación prolongada. La hipnoterapia puede tener un papel importante en el tratamiento.

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