Temas médicos y de Nutrición Clínica
Mejorar la salud del corazón-1
Manuel E. Piza
Recomendaciones para mejorar la salud del corazón (el músculo más importante del cuerpo y el que nunca descansa)
Con base en trabajos del Instituto de Investigación sobre la Resistencia Física de Dallas, Estados Unidos) se sugiere que debe tenerse en cuenta la cantidad total de energía consumida por día, con un objetivo mínimo de 150 Kcal./día, pudiendo efectuar ese gasto extra de varias maneras. Caminar a paso ligero durante 20 minutos al día puede suponer una diferencia de 5 Kg. menos al año y contribuir a la salud cardiovascular y aportar además otros beneficios físicos y mentales.
Caminar a paso ligero durante 60 minutos (300 Kcal.);
Footing (correr despacio de manera relajada y no competitiva) durante 30 minutos (300 Kcal.)
Limpiar la casa o pasar el aspirador durante 60 minutos (150 Kcal.)
Cortar el césped durante 60 minutos (con una podadora motorizada o guadaña 270 Kcal.).
Lo importante es contabilizar toda la actividad física acumulada cada día, porque se ha demostrado que simplemente permanecer de pie durante una hora al día, en vez de sentado viendo la televisión, supondría un gasto equivalente a 1 ó 2 Kg. menos de tejido adiposo al año.
Actualmente las recomendaciones insisten en que se camine a paso ligero (5 a 6.5 kilómetros por hora) durante 30 minutos todos o casi todos los días de la semana. Con un esquema de 5 minutos a 4 Km./h, 5 minutos a 5 Km./h, 15 minutos a 6 Km./h y 5 minuto a 4 Km./h. (aproximadamente 1400 pasos por kilómetro).
La misma cantidad de ejercicio dividida en dos o tres sesiones mas cortas durante el día puede ser casi igual de efectiva y mas fácil para personas muy ocupadas.
Para que todas las zonas del cuerpo se beneficien al máximo, es necesario realizar también ejercicios de fortalecimiento y estiramientos, especialmente en la gente mayor de 50 años.
La recomendación es que se realicen al principio ejercicios incrementando paulatinamente y de acuerdo a la resistencia actividades mas intensas hasta llegar a una frecuencia cardiaca entre 100 y 120 latidos por minuto y, si se padece de hipertensión, no experimentar aumentos en esta medición.