Alimentación y Cáncer de Mama
Manuel E. Piza
Lo normal es que no tengamos cáncer y que estemos saludables. Sin embargo es frecuente que las células del cuerpo cometan errores al dividirse y se produzcan alteraciones en las células hijas que lleven al desarrollo de un tumor maligno. No podemos saber con qué frecuencia se producen cánceres en nuestra vida y es posible que esto ocurra hasta varias veces en un mismo mes. Lo que ocurre es que estamos preparados para combatirlos y nuestro sistema de defensa tiene la capacidad para destruir las células monstruosas o alteradas en el momento en que son detectadas y, si esto es así, ¿por qué entonces algunas veces tenemos cáncer?
El cáncer de mama es un problema fundamental de salud y tiene estrechas relaciones con la alimentación o nutrición de las pacientes y se sabe que un exceso de estrógenos como el que se producen en las mujeres con sobrepeso u obesidad puede condicionar una mayor frecuencia de cáncer de mama
Según datos del Instituto Costarricense Contra el Cáncer al año, en Costa Rica mueren más de 2600 personas víctimas de distintos tipos de cáncer. En mujeres el cáncer de mama es el que ocupa la mayor incidencia con más de 800 casos nuevos y más de 225 muertes, seguido por el de piel con más de 700 casos aunque muy pocas muertes y en tercer lugar el gástrico con más de 400 personas enfermas y 200 muertes (aproximadamente uno de cada 200 cánceres de mama ocurren en hombres).
Se dice corrientemente que EL AUTOEXAMEN DE MAMA SE USA PARA PREVENIR EL CANCER pero eso no es cierto. No podemos prevenir el cáncer examinando o autoexaminando a la persona, lo que podemos hacer y es muy importante- es detectarlo a tiempo cuando todavía es curable.
La verdadera forma de prevenir el cáncer de mama y otros tumores está relacionada con EVITAR LOS FACTORES DE RIESGO y entre ellos la alimentación es muy importante
Siendo el cáncer de mama el que ocupa la mayor incidencia en tumores en la población femenina del país y de muchos países del mundo occidental, es necesario educar a la población en cómo prevenirlo y mejorar el conocimiento de los principios alimentarios que podrían contribuir a disminuir la incidencia de este tipo de cáncer.
Como todas las enfermedades no transmisibles, el cáncer y específicamente el de seno, es parcialmente prevenible llevando un adecuado estilo de vida en el que por supuesto este presente una dieta sana y equilibrada. Dado que es un tumor impulsado o favorecido por las hormonas del cuerpo y principalmente por el estrógeno – el cual en niveles adecuados es necesario y ayuda a mantener el cuerpo saludable y en equilibrio – se hace necesario utilizar medidas alimentarias que favorezcan el equilibrio armónico de estas sustancias hormonales.
Los estrógenos son indispensables para las mujeres ya que son las hormonas que les permiten diferenciarse sexualmente, mantienen flexibles los vasos sanguíneos, colaboran en la absorción del calcio, ayudan a producir más colesterol HDL (del llamado colesterol bueno) y menos colesterol LDL, conocido como “el malo”, así como a mantener la piel suave y mantener las características sexuales femeninas, entre otros beneficios
El cáncer se desarrolla en las células de los conductos mamarios de los pechos, siendo los estrógenos los que estimulan a que éstas se dividan con mayor rapidez y frecuencia, haciendo que se produzcan células nuevas incrementando la posibilidad que se produzca un error y se de lugar a cambios cancerosos que pueden dar origen a un tumor maligno, o sea que un exceso de estrógenos como el que se producen en las mujeres con sobrepeso u obesidad puede condicionar una mayor frecuencia de cáncer de mama.
Generalmente relacionamos el céncer con la herencia, con golpes o trumatismoso con, simplemente, la fatalidad pero no es frecuente que pensemos que el cáncer puede provenir de lo que comemos. Esto es tan cierto que el Instituto Norteamericano del Cancer ha considerado que al menos la tercera parte de los tumores malignos se relacionan con la alimentación y, el caso del cáncer mamario no es una excepción a esta regla.
¿Reconocemos los beneficios de una buena alimentación para prevenir el cáncer?.
La respuesta es que generalmente ignoramos que para evitar el cáncer debemos comer a diario frutas (2-3 al día), verduras (1-2 porciones al día), fibras (como salvado, germen de trigo, granola) y lácteos (leche, yogurt). O sea consumir una dieta saludable y, en el caso del cáncer de mama además debemos mantenernos delgados y evitar la sobre acumulación de grasa sobre todo alrededor de la cintura pélvica o sea en el abdomen, las nalgas y los muslos.