Nuestro cuerpo y el de los demás animales, necesita azúcar para vivir y algunas partes del cuerpo, entre ellas el cerebro y los glóbulos rojos la necesitan especialmente ya que es su alimento favorito y, si el nivel de azúcar sanguíneo baja a menos de 60 miligramos por cada 100 ml de sangre, caemos en un coma porque el cerebro deja de funcionar y podemos morir.
No es necesario comer azúcar para mantener un nivel normal en la sangre. Los carbohidratos complejos como los almidones de los cereales, papas o algunas frutas como la manzana y las proteínas suplen esa necesidad |
Sin embargo… NO ES NECESARIO COMER AZÚCAR ya que el cuerpo la produce a partir de casi cualquier alimento, sobre todo de los almidones que son los carbohidratos contenidos en el pan, en los cereales, en los frijoles y otras legumbres
Durante la mayor parte de la evolución de la especie humana no comimos azúcares con excepción quizás de las mieles de las abejas ocasionalmente. De hecho el azúcar se incorporó a la dieta occidental avanzada ya la Edad Media, aunque en China se conoció la caña de azúcar originaria de la actual Indonesia ya unos 2 o 3 mil años antes de Cristo, pero la utilizaban como planta medicinal y no formaba parte de la dieta
El origen de la extracción del azúcar blanco o marrón se dio posiblemente durante el Imperio Romano y era una delicadez disponible solamente para los más ricos que le llamaban «SAL DE LA INDIA».
Durante los últimos 100 años el consumo de azúcar por parte del ser humano ha aumentado en una forma exponencial y actualmente se consume en el mundo occidental un promedio de 80 gramos diarios de azúcar en su forma dulce, sobre todo en la forma de sacarosa (mezcla de fructosa con glucosa), cuando la recomendación de la OMS es que no se pase de 60 gramos para los hombres y 50 para las mujeres, siendo preferible sustituir los alimentos dulces por edulcorantes artificiales y almidones especialmente los derivados de los cereales integrales.
Las frutas contienen azúcar y por eso son dulces pero generalmente son más ricas en FRUCTOSA que en glucosa, por lo que se pueden manejar sin necesidad de insulina por lo que su consumo es menos peligroso incluso para los diabéticos. Sin embargo debemos considerar que, por ejemplo, un banano maduro grande puede contener 20 gramos de azúcar y una naranja aproximadamente 15 gramos. Otros frutos ricos en azúcar son la sandía, el kiwi, las uvas, el mango maduro y tiene menos azúcar por ejemplo la manzana.
¿Por qué decimos que el azúcar es adictivo?
Porque las personas que se acostumbran desde niños a consumir azúcar desarrollan una dependencia a esas sustancias y no pueden dejar de comerlas. Cuando comemos, la glucosa, y otros azúcares simples, son absorbidas muy fácilmente desde el intestino hacia la sangre y distribuida a todas las células del cuerpo.
Por ejemplo Coca Cola vende un promedio de 1,900 millones de refrescos por día y solamente el 27% son light o cero. Si cada refresco regular tiene 45 gramos de azúcar, eso lo hace el mayor consumidor de sacarosa a nivel mundial con una cantidad de 85 mil toneladas al día. |
Cuando no comemos azúcares o alimentos dulces, entonces el cuerpo tiene que hacer un trabajo mayor para extraerla de los almidones, de las proteínas o de las grasas (con ayuda de los carbohidratos) y de esa manera se generan los 150 a 200 gramos diarios que necesitamos para nuestra vida. Pero ese proceso es más lento y trabajoso lo que se conoce como ÍNDICE GLUCÉMICO y en este caso se necesita menos INSULINA (ver nuestra entrada) por lo que se reducen los efectos perjudiciales para la salud.
Nuestra relación con el azúcar comienza muy pronto: NACEMOS GOLOSOS lo que se ha demostrado con estudios en que se le ofrece a un recién nacido un alimento dulce y uno con alto valor nutritivo pero de sabor menos dulce (por ejemplo salado) y el niño va a preferir el dulce en todos los casos.
El problema hoy en día es que el azúcar refinada está fácilmente al alcance de todos, y esto puede ser una de las razones por las que la obesidad infantil ha aumentado, por lo que se debe recomendar a los padres que no den ofrezcan a los bebés cosas dulces para comer o beber para evitar que se desarrolle esta preferencia a temprana edad y se ha demostrado que los niños que crecen sin consumir dulces son más sanos y en promedio tienen una posibilidad mucho menor de tener sobrepeso a los 20 años que los que crecen consumiendo azúcares y alimentos dulces.
Hay muchas personas que relacionan el azúcar con un sentimiento de satisfacción y logran tranquilizarse y calmar sus nervios o ansiedad, cuando comen un dulce y eso se ha demostrado que se relaciona con un efecto tranquilizante que se produce cuando la concentración de azúcar se aumenta en la circulación cerebral y con el aumento de la producción de insulina y liberación de SEROTONINA que es una hormona relacionada con la tranquilidad y la felicidad. Ese tipo de reacción se puede combatir si se toma la decisión de eliminar totalmente el azúcar y los alimentos dulces del programa alimenticio de esas personas logrando al cabo de unos días que se supere esa adicción-
De acuerdo con el National Health Service (NHS), el servicio público de salud británico, las azúcares añadidas no deberían aportar más de 10% de la energía que obtenemos de alimentos y bebidas cada día, sin importar si proviene de jugo de frutas, miel, mermelada, gaseosas azucaradas o comida procesada.
Esto se traduce en menos de 70g por día para hombres y 50g para mujeres. Debemos recordar que una botella de bebida carbonatada azucarada, puede proporcionarnos 45 gramos de azúcar por lo que una sola de esas bebidas por día, puede superar el consumo recomendado.