Temas Médicos y de Nutrición Clínica
La llamada Cadena Alimenticia
Manuel E. Piza
Todos hemos oído o hemos hablado de la cadena alimenticia e incluso en películas de caricaturas nos hablan de la posición de un determinado animal en dicha escala siempre insistiendo en que nosotros, los humanos, nos encontramos en la parte más alta.
Pero eso parece no ser cierto ya que nosotros, como omnívoros, nos movemos en todos los niveles de la escala animal, desde el más bajo consumiendo alimentos provenientes de los vegetales más primitivos como las algas, los hongos o las levaduras, hasta lo más sofisticado de los depredadores que consumimos las carnes más exóticas preparadas de las más complicadas maneras imaginables (un emperador de China sirvió un platillo de corazones de colibrí)
Quizás con excepción de las ratas, los cerdos, las cucarachas y las hormigas, no existen seres que consuman una más amplia gama de alimentos que nosotros y, con el desarrollo de nuestra complicado arte culinario y la adición de especias exóticas, somos los seres más difíciles de clasificar dentro de dicha cadena.
Un koala no tendrá problema de escoger el mejor platillo del menú y solamente tendrá que decidirse por la hojas más tiernas del eucalipto y lo mismo le ocurrirá a un panda con el bambú o a una lora con el almendro.
Nosotros, por el contrario, tenemos muchos problemas para decidir cual será el menú de nuestra próxima cena, sobre todo porque existe toda una gama de gustos, costumbres, restricciones religiosas, restricciones estacionarias, alergias y formas de preparación de los alimentos.
De esa manera, cuando invitamos a alguien a comer a nuestra casa, no es raro que nos encontremos con la sorpresa de que esa persona no puede o no acostumbra consumir un determinado platillo que nos ha tomado varias horas preparar y condimentar con base en los más sofisticados procesos de la cocina propia de nuestro país, raza, religión, región o simplemente de nuestro gusto.
Aparentemente hace unos cuatro mil quinientos cincuenta millones de años (millón más millón menos) ocurrió el primer día de la creación con la aparición de nuestro planeta el cual permaneció vacío por al menos 3 cuartas partes de ese tiempo siendo que los primeros seres vivos pueden haber aparecido (tercero y cuarto día de la creación) hace unos 400 o 500 millones cuando, de alguna manera poco comprendida, algunas moléculas lograron combinarse para crear el milagro de la vida – naturalmente todo bajo el designio de un ser supremo que solemos llamar Dios – (la palabra dios proviene del latín deus que a su vez es traducción de la palabra griega Zeus que era el nombre con que se conocía al padre de los dioses del Olimpo).
Los primeros seres autoreplicables (o sea los primeros seres vivos) fueron posiblemente parecidos a los actuales virus más sencillos. Consistían en cadenas de ADN o ARN o sea ácidos nucleicos que son capaces de reproducirse por medio del llamado CODIGO GENÉTICO. Lo más probable es que formaran grupos que se combinaron en forma de las actuales bacterias o algas unicelulares que vivían en la profundidad de los océanos en un ambiente libre de luz y con una atmósfera totalmente diferente de la que tenemos hoy en día, cargada de gases que serían considerados hoy en día como DE EFECTO INVERNADERO, como el metano, el dióxido de carbono, derivados del azufre y otros productos gaseosos.
Parece ser que, en un determinado momento evolutivo que posiblemente abarcó muchos millones de años, ocurrieron los días quinto y sexto de la creación y los cielos se abrieron dejando pasar los rayos del sol sin la protección que actualmente nos brinda el ozono y algunos seres vivos afloraron a la superficie del mar y desarrollaron pigmentos capaces de captar la energía proveniente de la luz solar y combinarla con agua y el anhídrido carbónico (o sea carbono sin agua) para formar los primeros compuestos energéticos que conocemos o sea los CARBOHIDRATOS. Estos fueron los primeros paneles solares y siguen siendo la única forma en que la energía del sol es captada eficientemente en nuestro planeta.
Esto causó una enorme polución y contaminación de la atmósfera con un producto que resultó tóxico para la enorme mayoría de los seres vivos del momento, el OXÍGENO y luego el ozono. Fue posiblemente esta contaminación masiva la que causó que aquellos organismos uni o multicelulares que vivían en una atmósfera anaeróbica (o sea libre de oxígeno) tuvieran que idear formas de defenderse como fue refugiarse en la profundidad de los mares en donde la luz del sol no podía llegar, dentro de rocas y otras materias protectoras y quizás también dentro de otras células más complejas formando lo que actualmente conocemos como MITOCONDRIAS que parecen ser fragmentos de bacterias que colonizaron otras células encargándose del proceso conocido como COMBUSTIÓN o sea de mover moléculas de oxígeno a lo largo de una cadena de reacciones para obtener, por medio de una progresiva oxidación, la energía almacenada en esos SUSTRATOS ENERGÉTICOS. Así fue como se formó la cadena alimenticia.
Evolución de las Plantas
La clasificación que actualmente utilizamos de las plantas, se base en el principio de la evolución, la cual va abriendo, con el tiempo, camino a nuevas especies, géneros, ordenes, etc.; esto debido a que los fósiles vegetales son escasos lo que hace difícil precisar la secuencia evolutiva del reino vegetal. Conocemos en la actualidad dos grandes grupos:
- las plantas criptógramas sin flores, o “plantas inferiores” como las algas, bacterias, hongos, líquenes, musgos, hepáticas, helechos y licopodios, grupo formado por unas 175.000 especies.
- las plantas fanerógamas con flores o “plantas superiores”; que se dividen en gimnospermas y angiospermas. En este grupo se encuentran unas 225.000 especies.
La distinción principal entre un grupo y otro es que las fanerógamas se reproducen por semillas localizadas dentro de frutos y las criptógramas por medio de esporas. El concepto de fruto es muy importante para la alimentación y la cadena alimenticia, sobre todo por la enorme afinidad que los seres humanos tenemos por esos alimentos.
Definitivamente sabemos que los frutos evolucionaron después de los animales ya que son los únicos productos de la naturaleza que fueron creados específicamente para ser comidos.
De hecho las plantas desarrollaron sus frutos con grandes adaptaciones e incluso escogiendo sus colores, olores, sabores y formas para hacerlos atractivos a aquellos animales que, al comerlos, distribuirían sus semillas para asegurar la reproducción y persistencia de las especies.
Cabe decir además, que esta clasificación no ha existido desde siempre sino que es un resultado de la evolución. Por lo que no nos debería ser sorprendente que dentro de miles de años adelante existieran más especies y una nueva clasificación.
Qué debemos comer?.
Comer animales o no comer animales, eh ahí el dilema del omnívoro…
Si nos atenemos a la biblia y a otros libros sagrados de diversos pueblos, nuestra dieta debe estar formada tanto por productos vegetales como por la carne de animales, tal como dice el Génesis del 26 al 30:
«Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra.»
Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo Creó; hombre y mujer los Creó.
Dios los bendijo y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra.»
Dios dijo Además: «He Aquí que os he dado toda planta que da semilla que Está sobre la superficie de toda la tierra, y todo árbol cuyo fruto lleva semilla; ellos os Servirán de alimento. Y a todo animal de la tierra, a toda ave del cielo, y a todo animal que se desplaza sobre la tierra, en que hay vida, toda planta les Servirá de alimento.» Y fue Así.»
Sin embargo la biblia evolucionó y se crearon una enorme cantidad de limitaciones para el consumo de la carne que no sabemos de donde salieron pero parece ser que se basan en la concordancia entre las formas del cuerpo y las costumbres de los animales. Por ejemplo se dice que no se debe comer el ANIMAL DE PEZUÑA QUE NO RUMIE y que no se debe consumir EL PESCADO QUE NO NADE POR MEDIO DE ESCAMAS. Ni nada que contenga sangre por lo que la esposa de don Isaac, un vecino y amigo nuestro, hacía todo un espectáculo cuando mataba los pollos cortándoles la cabeza y colgándolos de un mecate para que se desangraran. Obvio que eso era un espectáculo para los chiquillos del pueblo y no será una escena fácil de olvidar. (ver articulo sobre las costumbres alimenticias del pueblo judío)
El Islam, por su parte prohíbe el consumo de carne que no sea sacrificada dela manera Ha’lal y por un musulmán que haya recitado sus oraciones en la forma adecuada o que provenga de un animal ejecutado mediante descargas eléctricas, práctica habitual en los mataderos, el animal debe morir degollado, desangrado, colocado sobre su costado izquierdo y mirando en dirección a la Meca mientras su ejecutor pronuncia las palabras ‘Alá es el más grande’. Esto se consigue por medio del certificado ‘halal’. Sin embargo, a pesar de esas limitaciones, vemos que la religión musulmana y la judía también respaldan el omnivorismo. (ver artículo sobre la alimentación HALAL)
Los católicos tienen una gran cantidad de ritos en relación con la comida como los días de vigilia y ayuno, los panes especiales para cada ocasión y con intenciones milagrosas como el pan de San Antón y otros, pero no hay grandes restricciones con respecto al consumo de carnes y no se siguen los lineamientos de la biblia judía que, para otros efectos, es también un libro sagrado para los cristianos.
En definitiva, como nuestro tema es nuestra posición dentro de la cadena alimenticia y no la alimentación de acuerdo a las religiones, debemos decir en resumen, que la dieta del ser humano es posiblemente una de las más variadas de la naturaleza y que solamente no podemos sintetizar nuestros propios carbohidratos a partir del sol, el CO2 y el agua, pero sí somos capaces de sobrevivir con alimentos provenientes de casi todos los niveles de la CADENA ALIMENTICIA, desde bacterias y hongos, hasta la carne de los más sofisticados y raros animales.
En otros artículos trataremos el tema del dilema que hemos enunciado y que nos divide básicamente en tres grupos, los omnívoros que comemos de todo incluso carne, los OVO-LACTEO_VEGETARIANOS que comen solamente vegetales, huevos y derivados lácteos, como su nombre lo indica pero que también promueven la matanza da animales porque, como muchos de los lectores sabrán, las lecherías sacrifican a los terneros machos y aquellas vacas que terminan su vida útil o las gallinas que ya no son productivas, no son retiradas con pensión completa a un hotel cinco estrellas sino que son sacrificadas para satisfacer el hambre humana. Por último tenemos los VEGANOS o vegetarianos estrictos que no consumen nada de proteína animal pero que tienen serios problemas para mantener una nutrición adecuada, lo que en última instancia, no resulta imposible pero sí requieren de una sofisticada mezcla de alimentos y suplementos. O sea que tampoco es totalmente natural.
Pero todo eso será objeto de otros artículos