Marihuana o Cannabis

Marihuana Hachis o Cáñamo (cannabis sativa)

La marihuana se utiliza desde la antigüedad para producir efectos euforizantes desde muchos años antes de Cristo sobre todo la China en donde se describió en un compendio médico que fue escrito más de 2500 años antes de nuestra era. Su uso se expandió de la China a la India y luego al norte de Africa y llegó a Europa por lo menos tan temprano como en el año 500 de nuestra era. En algunos documentos muy antiguos se demuestra su uso tan atrás como 8 mil años antes de Cristo.

Inicialmente se utilizaba por su poder como medicamento para el reumatismo, la gota, la malaria, y extrañamente, para el déficit de atención aunque ya se conocían sus propiedades intoxicantes pero se le daba más valor como planta medicinal y la consumían en forma de té por medio de sus hojas.

En la India se usaba solo en forma recreativa y los árabes también la usaron para ese fin a partir del siglo 7, dado que el consumo de alcohol estaba prohibido por el Corán. Fueron los mismos árabes quienes introdujeron la marihuana conocida como hachis, cuya popularidad se regó rápidamente por Persia (actuales Irán e Irak) del siglo 12 y el norte de África.

El estudio mundial de drogas parece quedarse muy corto en la apreciación del consumo que posiblemente, según expertos, puede llegar a más de 400 millones de personas, la más usada es la marihuana

El cannabis, también conocido como marihuana, entre otros muchos nombres, es el psicoactivo o psicotrópico obtenido de la planta del cáñamo —o Cannabis sativa— utilizado con fines recreativos, religiosos y medicinales. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se trata de la sustancia ilícita más utilizada en el mundo.​ La regulación legal del cannabis es diferente en cada país, y existen una gran controversia mundial referente a la despenalización de su consumo y mercadeo.

El producto activo de la marihuana fresca es el ácido tetrahidro-cannabinólico que luego se convierte en el tetrahidro-cannabinol (THC). El cannabis contiene además unos 500 compuestos químicos diferentes, entre ellos más de 100 cannabinoides diferentes al THC, que también actúan en el sistema nervioso.

El 11-Hydroxy-THC se produce cuando el cannabis se consume cocinado como un té,​ pero no cuando se fuma.​ Este producto se utiliza por sus efectos físicos y psíquicos, entre los que destacan:

  • Cambio general en la capacidad de percepción aumentando la capacidad de los sentidos en general.
  • Euforia y mejor estado de ánimo
  • Aumento de apetito y una sensación extraña que solo produce esta droga dando lo que se conoce como estar volando o HIGH en el lenguaje popular.
  • Los efectos secundarios a corto plazo incluyen disminución de la atención, pérdida de la memoria, sequedad bucal, reducción de la capacidad motora, ojos rojos y sentimientos de paranoia o ansiedad y desencadenamiento de crisis en pacientes con trastornos psiquiátricos de fondo.
  • A largo plazo se ha demostrado que produce adicción en al menos el 50% de los usuarios con disminución de la capacidad mental (sobre todo en aquellos que comenzaron desde la adolescencia un consumo habitual) y problemas de comportamiento en los niños, principalmente cuando es usada por madres durante el embarazo. Los efectos, que duran entre dos y seis horas y​ comienzan a los pocos minutos de su consumo cuando se fuma, mientras que cuando se consume en té o comida los efectos tardan entre 30 minutos y una hora en manifestarse.​

La OMS estima que cerca del 3% de la población mundial adulta consume marihuana regularmente y se calculó para el año 2016, entre 127 y 233 millones de personas que habrán consumido esta sustancia al menos una vez en el año y se estiman unos 182 millones de consumidores habituales.​

A pesar de su ilegalidad en la mayor parte de los países, su uso está muy extendido y, por ejemplo, en Estados Unidos (en el año 2016) se calcula que el 51% de la población de más de 16 años, la había consumido en algún momento de su vida, ​ un 12% en el último año y un 7,3% en el último mes.

Durante muchos años se ha utilizado el cannabis como producto ceremonial o ritual durante ceremonias en los pueblos asirio, hebreo, griego, romano y egipcio, aparte del consumo ya mencionado en la China y la India, pero su uso se generalizó a partir del siglo 20 y se alega que fue precisamente la ilegalización de su producción y comercio la que trajo el enorme auge del narco-tráfico que vivimos en esta época. En 1925, en una conferencia en La Haya sobre la Convención Internacional del Opio, se llegó al compromiso de prohibir la exportación del “cáñamo de la India” a países que tuvieran prohibido su uso, y a exigir a los países importadores que emitiesen certificados que aprobasen el ingreso de dichas hierbas, con indicación de que se requerían “exclusivamente para fines médicos o científicos”.

Estados Unidos empezó a restringir la venta en 1937 en que se aprobó la Ley de Acto Fiscal de la Marihuana, por la que se prohibía la producción de cáñamo además de la marihuana y se supone que detrás de esta prohibición había importantes intereses económicos

Lo que se consume de la marihuana es generalmente las flores secas, las hojas y los tallos verdes de plantas hembra. El contenido es de entre un 3 y un 22% de THC.​ Las cepas que se usan para producir cáñamo industrial contienen menos del 1% de THC, y no se consideran aptas para consumo humano.

El hachís es la resina concentrada que se produce a partir de las flores de la planta. Resulta ser más potente que la marihuana y su color varía de negro a dorado, según su pureza. Tiene entre 40 y 90 por ciento de cannabinoides.51

El aceite es una extracción de los tricomas del cannabis de gran pureza y potencia, en la que pueden utilizarse diferentes solventes como butano, alcohol isopropílico, etanol o hexano.

También se utilizan residuos recolectados de una pipa en donde un residuo pegajoso se acumula en el interior. Este contiene alquitrán, además de otros resultados de la combustión vegetal, porciones mínimas de THC y otros cannabinoides. Es de difícil consumo, debido a la irritación que provoca en la garganta y en los pulmones.​ Los residuos pueden contener CBN, que es el producto degradado del THC.

En muchos casos se ha producido adulteraciones de la marihuana con sustancias que parecen darle más calidad y se han producido intoxicaciones por plomo y vidrio molido. Se consume en Inglaterra un producto conocido como «soap-bar o barra de jabón» Este puede contener trementina, tranquilizantes, quitaesmalte de uñas y excremento animal, entre otras cosas. Un pequeño estudio de cinco muestras de soap-bars incautadas por el Servicio de Aduanas del Reino Unido en el 2001 encontró una enorme adulteración en el Cannabis con muchas sustancias, entre ellas: tierra, pegamento y heces de animales.

Ver pronto el artículo CANNABIS MEDICINAL, QUÉ HAY DE CIERTO

La Nicotina

Primera parte: LA NICOTINA.

Todas las drogas, legales o ilegales, producen adicción en personas susceptibles y pueden ser consumidas prácticamente sin peligro por otras personas que, por algún motivo que todavía no conocemos, no tienen tendencia a las adicciones.

Sin embargo, si el consumo continua, el riesgo de volverse adicto aumenta exponencialmente y todas producen alteraciones en los órganos internos de los seres humanos principalmente porque se incorporan en los procesos metabólicos «normales» alterándolos y haciendo que la persona dependa de la droga.

La sinapsis puede ser de dos tipos, eléctrica pura o química pero en ambos casos hay transferencia de electrones

Con mucho, la droga más consumida es la «NICOTINA» contenida en el tabaco principalmente. Según la Organización Mundial de la Salud existen en el mundo unos 1300 millones de fumadores y cada día, 100 mil jóvenes menores de 18 años (de los cuales 80% viven en países en desarrollo) comienzan a fumar. De esos jóvenes el 56% son mujeres y solamente la mitad continuará con el vicio ya que la otra mitad lo dejará antes de un año de haber iniciado.

Pero «¿QUÉ HACE LA NICOTINA EN NUESTRO CUERPO?» y por qué nos volvemos adictos?

Efectos de la nicotina

La nicotina es un alcaloide derivado de la ornitina que se encuentra en las plantas del genero Nicotiana sp, o sea en el tabaco de cualquier tipo, fundamentalmente.

Los efectos de la nicotina en el hombre dependen de la dosis, pudiendo comportarse como un estimulante o como un bloqueante de la transmisión nerviosa ganglionar. Como estimulante produce un aumento de la atención, mejora la memoria y disminuye la irritabilidad.

Debido a su capacidad de adicción y tolerancia – o sea que el fumador va necesitando cantidades mayores para satisfacer sus necesidades corporales – la persona llega a necesitar mantener niveles sanguíneos de nicotina casi permanentes y, cuando estos niveles disminuyen, se siente la necesidad de fumar nuevamente.

Si esta necesidad no se satisface, se pueden llegar a desarrollar estados de irritabilidad, nerviosismo, falta de concentración, etc. Normalmente estos efectos remiten volviendo a fumar. Los fumadores afirman que fumar les tranquiliza, pero, sin menospreciar los efectos directos de la nicotina, lo que en realidad ocurre es que «no fumar» los irrita, o sea que tienen la necesidad de fumar para que sus procesos metabólicos en los que la nicotina se ha incorporado, necesitan de la droga.

La «dosis» de tabaco que se requiere va a variar de acuerdo a la persona y al tiempo que tiene de fumar.

Todas las drogas, legales e ilegales, producen alteraciones en las personas y no exclusivamente cambios en la personalidad sino a los órganos internos de los seres humanos y sus conexiones internas o sea principalmente en las NEURONAS o células nerviosas distribuidas en el cerebro, la médula espinal y el sistema digestivo o circulatorio, principalmente.

Aunque la nicotina puede ingresar al cuerpo a través de la piel o de las membranas mucosas de la nariz o la boca, la mayoría de las personas ingieren nicotina cuando fuman cigarrillos. Fumar cigarrillos permite el ingreso de esta sustancia en los pulmones, los cuales están llenos de capilares y sacos de aire llamados alveolos que permiten el paso directo de esta sustancia a la sangre, pudiéndose detectar niveles altos de nicotina, menos de 10 segundos después de inhalar el humo del tabaco.

Normalmente, estos alveolos se encargan de intercambiar oxígeno con dióxido de carbono y nitrógeno cuando respiramos. Una vez que el humo del cigarrillo se inhala hacia los pulmones, la nicotina se traslada a través de los alveolos hacia el torrente sanguíneo y en tan solo quince segundos se transporta a lo largo del cuerpo y llega al cerebro.

La nicotina actúa sobre las neuronas que existen por millones en el cerebro pero también más de 400 millones de ellas en el aparato digestivo y otra cantidad en otros órganos. Las neuronas son las células que transfieren la información a lo largo de todo el sistema nervioso; entre dos neuronas se produce la sinapsis por la que se transmite electricidad por medio de «NEURO-TRANSMISORES» o sea pequeñísimas barcazas que se cargan de electricidad de un lado y sueltan la misma al lado contrario de la sinapsis.

Cuando una neurona libera un neurotransmisor este se une a la siguiente neurona en la «cadena» y pone en marcha la respuesta de nuestro cuerpo como mover un músculo, hacer que el intestino avance su contenido, que una arteria se contraiga o que se liberen hormonas.

La nicotina se adhiere a un subconjunto de neuronas que trabajan por medio del neurotransmisor llamado acetilcolina y la bloquea no permitiendo que transmita los mensajes que tienen que ver con el movimiento muscular y el nivel de energía del cuerpo.

Cuando la nicotina bloquea a estos receptores, el cuerpo libera más acetilcolina en un intento de eliminar el bloqueo y esa cantidad adicional provoca que el cerebro libere otro tipo de neurotransmisor, la dopamina, que controla, entre muchas otras cosas, los centros del placer y la saciedad del cerebro.

Los niveles de acetilcolina hacen que el individuo esté más alerta pero el aumento de la dopamina produce que la persona se sienta relajada. Sin embargo, estos dos no son los únicos efectos de la nicotina, ya que el alto nivel de acetilcolina provoca la liberación de endorfinas y glutamato. Las endorfinas producen una sensación de felicidad y el glutamato está involucrado en la creación de la memoria, toma imágenes espontáneas de todo el proceso que ocurre en ese momento y las asocia con sensaciones agradables que estimulan el uso continuo de la sustancia, lo cual se convierte, en última instancia, en adicción.