Obesidad en hombres y bajos niveles de testosterona

Hombres obesos diabéticos o no diabéticos pueden tener bajos niveles de testosterona

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La obesidad ginecoide en hombre es cada vez más frecuente y, desgraciadamente, los hombres se preocupan mucho menos que las mujeres por adelgazar. Un bajo nivel de testosterona debido a una insuficiencia testicular (como la extirpación de los testículos) hace que aumente el nivel de hormona luteinizante y hormona folículoestimulante. Esto se denomina “hipogonadismo primario”.

La testosterona es la principal hormona sexual en los varones. Es importante no sólo para el funcionamiento sexual normal, sino también para mantener la fuerza ósea y muscular, la energía mental y física y el bienestar general. El bajo nivel de testosterona va asociado a

  1. disminución de la libido,
  2. disfunción eréctil,
  3. aumento de masa adiposa,
  4. disminución del músculo, la masa ósea y la energía,
  5. depresión y anemia.

La diabetes tipo 2 podría ser una de las causas más frecuentes de hipogonadismo, que es la falta de actividad de los testículos, que afecta de manera adversa a la producción de testosterona. Recordemos que al menos un 25% de los diabéticos padecen esta enfermedad sin saberlo.

La producción de testosterona en las células de Leydig de los testículos viene estimulada por la hormona luteinizante, que segrega la glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro. Esa glándula también produce hormonas folículoestimulante y que estimulan la producción de esperma.

En la mujer esas hormonas son muy importantes la FSH u hormona foliculo estimulante es sintetizada y secretada por células gonadotropas de la parte anterior de la glándula pituitaria. Regula el desarrollo, el crecimiento, la maduración puberal en las niñas, y los procesos reproductivos del cuerpo. Produce la maduración de los ovocitos. En conjunto la FSH y la hormona luteinizante LH actúan en la reproducción. La FSH estimula la producción de ovocitos y de estradiol durante la primera mitad del ciclo menstrual.

La hormona luteinizante y la hormona folículoestimulante son conocidas como gonadotropinas y son liberadas en respuesta al fator u hormona liberadora de gonadotropina se produce en el hipotálamo.

La testosterona afecta tanto al hipotálamo como a la glándula pituitaria, haciendo que se reduzca la secreción de hormona. Esto coincide con el “hipogonadismo secundario” o “hipogonadotrófico” y se ha demostrado que un tercio de los hombres de edad media con diabetes tipo 2 tiene un bajo nivel de testosterona biológicamente activa.

Varios estudios durante las últimas dos décadas han demostrado que las personas con diabetes tipo 2 tienen un bajo nivel de testosterona. Sin embargo, estos estudios se basaron en los niveles totales de testosterona, que podrían no reflejar con exactitud los niveles de “testosterona libre” biológicamente activa.

La testosterona en un varón normal va predominantemente unida a la globulina transportadora de hormonas sexuales (44%) y la albúmina (55%); tan sólo alrededor del 2% circula como testosterona libre y solamente esta testosterona libre puede entrar en los tejidos del organismo y ejercer sus efectos. La testosterona que va unida a la albúmina puede liberarse en los vasos pequeños, y ejercer un acción biológica, sin embargo, la que permanece unida a la globulina transportadora de hormonas sexuales no tiene ninguna acción.

Un primer estudio del año 2004 documentó una alta prevalencia de hipogonadismo en la diabetes tipo 2 basándose en la testosterona libre. Se demostró que un tercio de los varones con diabetes tipo 2 (de edades comprendidas entre los 31 y los 75 años) tiene un bajo nivel de testosterona libre.

Esto va asociado a un nivel anormal de LH y FSH, lo cual genera hipogonadismo hipogonadotrófico. Los niveles de testosterona total y libre decrecieron, tal y como se esperaba, con la edad y con el aumento del índice de masa corporal. A mayor obesidad menor cantidad de testosterona, pero se encontró que el 25% de los varones delgados también tenía hipogonadismo hipogonadotrófico cuando padecían de diabetes tipo 2 desde el inicio de su problema ya que la duración de la diabetes y los niveles de hemoglobina glicada no afectaban a los niveles de testosterona.

También se ha estudiado la prevalencia de hipogonadismo hipogonadotrófico en varones jóvenes con diabetes tipo 2 y se detectó que el 58% de los hombres diabéticos de entre 18 y 35 años tenía hipogonadismo hipogonadotrófico. Todos estos varones hipogonadales tenían índices de masa corporal superior a 30 Kg/m2. Esta circunstancia se asocia con un aumento de la grasa corporal y una disminución de la masa magra muscular que contribuyen al tipo de sobrepeso con distribución centrípeta o ginecoide en esos pacientes.

Otros efectos El problema del hipogonadismo hipogonadotrófico no se limita tan sólo a la función sexual y reproductiva, sino también es posible que esté relacionado con las enfermedades cardiovasculares y la aterosclerosis, depósitos grasos que recubren las paredes interiores de las arterias, precursores del infarto de miocardio.

También la inflamación, el proceso por el cual el organismo responde ante las lesiones y/o las infecciones, tiene un papel fundamental en el desarrollo de aterosclerosis. Los altos niveles de proteína C-reactiva (PCR), un marcador de la inflamación, se han asociado a un aumento del riesgo de enfermedad coronaria arterial y en varones con diabetes tipo 2 e hipogonadismo hipogonadotrófico, se encontraron altos niveles de PCR asociada frecuentemente con anemia leve (11 a 14 de hemoglobina), una baja densidad ósea (costillas y brazos), aumento de la masa adiposa total y subcutánea y una disminución de la masa musculoesquelética.

Los mecanismos que se encuentran tras el hipogonadismo hipogonadotrófico en varones con diabetes tipo 2 no están claros. Se ha sugerido que un aumento excesivo de la masa adiposa podría generar un aumento de la actividad de la enzima aromatasa, que causa una mayor conversión de la testosterona en estrógeno (la principal hormona sexual femenina) y un aumento de los niveles de estrógeno llevaría a la supresión de la hormona liberadora de gonadotropina y a una alteración de la secreción por parte de la glándula pituitaria lo que explicaría la reducción tanto de la secreción de testosterona como de la producción de esperma maduro en hombres con diabetes y sobrepeso aunque recordemos que los varones no obesos con diabetes tipo 2 podrían también sufrir hipogonadismo hipogonadotrófico.

Por lo tanto, el estado del hipogonadismo hipogonadotrófico no depende enteramente de la obesidad. Basándonos en estudios con animales y en experimentos con cultivos celulares, cada vez resulta más evidente que la acción de la insulina y la capacidad de respuesta ante la insulina en el cerebro son necesarias para el funcionamiento adecuado del eje hipotálamo-hipófisis (hipotálamo, glándula pituitaria, testículos). Por lo que la resistencia a la insulina o síndrome metabólico que podría ser mucho más frecuente de lo que se piensa en hombres jóvenes, podría contribuir al desarrollo de hipogonadismo hipogonadotrófico que sería el equivalente masculino del síndrome de ovarios poliquísticos (PCOS) de las mujeres.

La insensibilidad a la insulina también va asociada a un aumento de la concentración de proteínas inflamatorias en la sangre que podrían suprimir directamente la producción de hormona liberadora de gonadotropina desde el hipotálamo.

En el caso de varones con síntomas hipogonadales u obesidad tipo ginceoide con o sin diabetes, se recomienda estudiar la resistencia a la insulina y los niveles de esa hormona en ayunas y en estado post-prandial.

La opción recomendada de tratamiento es la terapia de reemplazo de testosterona, con el fin de mejorar la función sexual, mantener las características sexuales secundarias, aumentar la sensación de bienestar y la densidad mineral ósea, así como para aumentar la masa muscular y reducir la masa adiposa.

La testosterona puede inducir un aumento de antígeno específico de la próstata y del volumen de hematíes por lo que está contraindicada en pacientes con hiperplasia prostática, cáncer de próstata o de mama.

Los aminoácidos

enlace-peptidico
La union de dos aminoácidos se produce por el enlace peptídico que va formando cadenas de miles de aminoácidos en ocasiones rectas hy en otras ramificadas o incluyendo otros tipos de sustancias para formar las proteínas

Los aminoácidos son los ladrillos que forman las proteínas. Se unen unos  a otros por medio de las llamadas «Uniones Peptídicas» y forman cadenas de cientos hasta miles de unidades de acuerdo al tamaño de la proteína.

Su producción está regulada por el ADN y el ARN o sea el ácido desoxiribonucléotido que es el que se encuentra presente en los genes y en los cromosomas y el que transmite la herencia y toma el control de la forma en la que somos y aspectos tan pequeños como la tendencia a que las uñas de los pies se encarnen.

El ARN o ácido rinbonucleico es un intermediario entre el ADN y los sitios donde se fabrican las proteínas o sea que llevan partes del código genético determinando como se unen los diversos aminoácidos para formar una proteína diferente de otras.

El ADN o doble hélice es la base de la vida. Todos los seres vivos derivamos de una molécula primitiva que obtuvo la capacidad de replicarse a si misma separando las dos helices que la forman y generando otras nuevas
El ADN o doble hélice es la base de la vida.
Todos los seres vivos derivamos de una molécula primitiva que obtuvo la capacidad de replicarse a si misma separando las dos helices que la forman y generando otras nuevas

Los aminoácidos se clasifican en varias formas:

  • Por su cadena en ramificados y no ramificados
  • Por su tendencia a formar azúcares o ceto-acidos en glucogénicos y cetogénicos
  • Por la capacidad que tenemos de producirlos a partir de otros aminoácidos y otras sustancias en esenciales y no esenciales
  • Hay otras clasificaciones como si tienen o no azufre o si son aromáticos o sea con cadena cerrada o abierta.

Lo importante es que todos son necesarios para formar las proteínas aunque algunos podemos producirlos nosotros mismos y otros, los esenciales tenemos que recibirlos ya formados de parte de los alimentos animales o vegetales.

Es un mito creer que solamente los alimentos de origen animal tienen proteínas de alto valor nutricional ya que muchos vegetales como las leguminosas (frijoles, soya maní, lentejas, garbanzos y otros) algunos cereales como la quinoa, el trigo, la avena, la cebada y el maiz.

Lo que si es cierto es que la mayoría de los vegetales tienen un «aminograna» o sea la mezcla de aminoácidos en forma incompleta o sea que les faltan algunos de los esenciales pero podemos completarlos mezclando varios alimentos como las lentejas con arroz o el humus con pan de centeno.

La mayor parte de los alimentos de origen animal tienen todos los aminoácidos esenciales y algunos no esenciales de manera que no hay duda que es una forma más efectiva para adquirir esos nutrientes.

Veremos un poco de la función de algunos aminoácidos:

  1. Lisina: La Lisina es una aminoácido esencial que se encuentra en grandes cantidades en el tejido muscular.  Es necesaria para un buen crecimiento y desarrollo de los huesos, ayuda a la absorción de calcio, es fundamental para la formación de colágeno, enzimas, anticuerpos, y otros compuestos. Junto con la metionina, el hierro y la vitamina B6 interviene en la producción de Carnitina. Ayuda en la obtención de energía de las grasas y en la síntesis de las proteínas.
  2. Arginina: Es un aminoácido no esencial que tiene influencia en numerosos procesos y factores metabólicos. Para atletas tiene un rol de estimulador de la liberación de somatotropinas u hormonas del crecimiento. Los beneficios de un nivel más alto de somatotropina son la reducción de grasa corporal, mejor recuperación y cicatrización de heridas y un mayor incremento de la masa muscular. La Arginina también es un precursor de la Creatina, importante fuente de energía durante actividades de fuerza o con requerimientos de gran potencia. Ayuda, al igual que muchos otros aminoácidos a la remoción del amoníaco.
  3. Fenilalanina: Es un aminoácido esencial. Es precursor de otros aminoácidos, metabólicos y neurotransmisores. Es importante en los procesos de aprendizaje, memoria, control de apetito, deseo sexual, recuperación y desarrollo de tejidos, sistema inmunológico, control del dolor. Muchas veces es utilizado como un factor más en la lucha contra la depresión, pues interacciona con numerosos neurotransmisores.
  4. Metionina: La Metionina es un aminoácido esencial que interviene en diversos procesos metabólicos, todos ellos relacionados con la fabricación de compuestos importantes para un buen rendimiento muscular. Parte de sus funciones son las de remover del hígado residuos de procesos metabólicos, ayudar a reducir las grasas y a evitar el depósito de grasas en arterias y en el hígado.
  5. Histidina: La Histidina es un aminoácido esencial en infantes y no esencial en adultos, es decir que organismos adultos en condiciones adecuadas lo pueden producir. Es extremadamente importante en el crecimiento y reparación de tejidos, en la formación de glóbulos blancos y rojos. También tiene propiedades antiinflamatorias. Para atletas la Histidina es un aminoácido esencial facultativo (o sea que se puede producir pero es mejor agregar un poco para óptimo rendimiento) debido a que éstos experimentan una gran tasa de crecimiento y destrucción del tejido.
  6. Triptófano: El Triptófano es un aminoácido esencial presente en muchas comidas, como por ejemplo en lácteos. Es el precursor de un neurotransmisor denominado serotonina. Ayuda a controlar el ciclo de sueño y tiene propiedades antidepresivas. Los atletas lo utilizan porque incrementa los niveles de somatotropina permitiendo ganar masa muscular. También se ha reportado un incremento de la resistencia. En muchos países (incluyendo Estados Unidos y Argentina) está prohibido el uso de Triptófano sintético.
  7. Leucina: La Leucina es un aminoácido esencial del tipo cadena ramificada (BCAAs) que se encuentra en las proteínas. Es importante en la producción de energía durante el ejercicio. Estudios en atletas han reportado un crecimiento en el tamaño muscular y también mayor resistencia.
  8. Valina: Es un aminoácido esencial y es del tipo “ramificado”. Al igual que otros aminoácido como la Isoleucina y leucina, forma parte integral del tejido muscular y puede ser usado para conseguir energía por los músculos en ejercitación. Posibilita un balance de nitrógeno positivo e interviene en el metabolismo muscular y en la reparación de tejidos. Se vuelve mas esencial en pacientes con trauma severo o quemaduras, infecciones graves, cáncer o procesos de recuperación.
  9. Isoleucina: Es un aminoácido esencial también de cadena ramificada. Al igual que otros, forma parte integral del tejido muscular y puede ser usado para conseguir energía por los músculos en entrenamiento. Regula el azúcar en la sangre y es metabolizado para conseguir energía en el tejido muscular. Posibilita un balance de nitrógeno positivo e interviene en el metabolismo muscular y en la reparación de tejidos. Interviene en la formación de hemoglobina.
  10. Alanina: Este aminoácido se agrupa dentro de los no esenciales. Interviene en numerosos procesos bioquímicos del organismo que ocurren durante el ejercicio (producción de energía) ayudando a mantener el nivel de glucosa.
  11. Treonina: Es un aminoácido esencial que se encuentra en las proteínas Es un componente importante del colágeno, esmalte dental y tejidos. También le han encontrado propiedades antidepresivas (pacientes tratados por depresión han mostrado niveles bajos de Treonina). Es un agente lipotrópico, evita la acumulación de grasas en el hígado.

En resumen todos los aminoácidos son esenciales para la formación de las proteínas pero algunos los podemos producir a partir de otros más simples o de carbohidratos. Todos comparten el contenido de nitrógeno por lo que se les llama sustancias nitrogenadas.

Al metabolizarse producen alrededor de 4 Kcal por gramo pero no se queman totalmente como los carbohidratos o las grasas por lo que dejan residuos que tienen que expulsarse del cuerpo por medio de la orina como el nitrógeno ureico y la creatinina por lo que las personas con insuficiencia renal o hepática deben consumir proteínas con moderación para evitar el acúmulo de residuos tóxicos en el organismo.

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Glucosa Vs Fructosa un dilema

Para la salud: ¿fructosa o glucosa?

El sirope de maiz alto en fructosa (HFCS) es dañino para la salud
El sirope de maiz alto en fructosa (HFCS) es dañino para la salud

Entre los azúcares presentes en nuestra dieta, los dos monosacáridos principales son la glucosa y la fructosa, que juntos, conforman la sacarosa o azúcar de mesa. Sin embargo, siempre se ha asociado la palabra glucosa a fuente de energía y también a sus valores en sangre contra los que luchan los diabéticos y por el contrario, la palabra fructosa se asocia a fruta por lo que resulta mejor vista por todos.

Sin embargo, metabólica y saludablemente y al momento de endulzar, ¿cuál de las dos es mejor? y ¿cuál hace menos daño a nuestro organismo?:

Suponemos, por estudios antropológicos, que el hombre evolucionó comiendo carne y que esta fue la causa de su desarrollo cerebral superior a los demás primates (cosa que no se ha probado ya que el alimentar de esa manera a los chimpancés desde bebés no ha conseguido mejorar el desarrollo cerebral, pero tomemos como real no que nos dicen). De esa manera la dieta del hombre paleolítico se basaba en carne con grasa, tubérculos, algunas frutas, hojas verdes y de cuando en cuando un poco de miel que siempre fue atractiva para el homo sapiens.

La dieta llamada PALEO está de gran moda y se basa en carnes y vegetales casi sin carbohidratos con excepción de pequeñas cantidades de miel
La dieta llamada PALEO está de gran moda y se basa en carnes y vegetales casi sin carbohidratos con excepción de pequeñas cantidades de miel

Que azúcares contiene la miel de las abejas, fundamentalmente las dos que nos ocupan glucosa en un 25 a 30% y fructosa entre un 35 y 45% con una pequeñísima proporción de sacarosa (unión de ambas azúcares) de aproximadamente entre un 1 y un 5%. Todo de acuerdo al origen del cual se nutren las abejas (Apis mallifera) y otras de menor importancia.

¿Cuál de las dos azúcares es mejor?

Hoy en día la dieta del ser humano en occidente contiene al menos un 10% de azúcar tanto en forma visible como al endulzar el café como invisible en postres, salsas, espesantes y otros compuestos. Trataremos de investigar si alguna de las dos queda libre de culpa y las consecuencias que debemos pagar si abusamos de ellas.evolucion-obesidad

Durante mucho tiempo se ha escuchado que la fructosa, cuyo metabolismo no requiere de insulina, es ideal para los diabéticos. Sin embargo, su metabolismo da origen a los mismos productos que se obtienen de la glucosa, solamente omitiendo la necesidad de insulina.

La glucosa es el alimento que se usa como patrón para determinar el índice glucémico (IG) y se le da un valor de 100% o sea que es el alimentos que más eleva el azúcar en la sangre después de comerlo. Mientras tanto la fructosa solamente tiene un IG de 10% o sea 10 veces menos que el de su compañera

Cuando la industria alimenticia descubrió lo anterior se empezó a popularizar a la fructosa como sustituto del azúcar de mesa y el hecho de que es un 30% más dulce hace que necesitemos menos cantidad para lograr el mismo nivel de “endulzamiento”. Todo parecía muy bien y grandes cantidades de la sobreproducción de maíz de los Estados Unidos y Canadá se dedicó a producir HFCS o sirope de maíz alto en fructosa que ustedes encontrarán en gran cantidad de alimentos enlatados y en conservas y reposterías de todo tipo.

Tanto la glucosa como la fructosa entran en el metabolismo de producción de glucógeno o sea el almidón de almacenamiento en el hígado y en los músculos y ambas nos proporcionan 4 Kcal por gramo en forma de energía de rápida utilización.

El problema es que ambos azúcares entran muy fácilmente en la producción de grasa o sea en la posibilidad de aumentar de peso.

El cuerpo humano funciona como el almacén o bodega de una industria. Cuando recibe un alimento toma inmediatamente una decisión de si lo necesita en ese momento o si lo debe «guardar para el futuro» y para guardarlo cuenta con una pequeña bodega que almacena carbohidratos en forma de almidón (capacidad de aproximadamente 500 a 600 gramos) y una interminable bodega que almacena grasa o sea tejido adiposo o, mejor dicho, obesidad que puede llegar a más de un millón de Calorías almacenadas en más de 100 kilos de grasa. (suficiente para vivir sin comer durante 500 días o sea año y medio).

El problema que tenemos hoy en día es que «nunca deja de llegar mercadería a la bodega» o sea que lo almacenado nunca se va a utilizar y por eso no podemos adelgazar.

Algo que se ha descubierto recientemente es que la grasa no está allí por siempre o sea que no es simplemente un «peso muerto» si no que hay un constante proceso de movilización de la grasa acumulada y nueva acumulación a lo que llamamos el «turn over» o ciclo metabólico y que no comer o llevar una dieta demasiado baja en Calorías nos va a llevar a un enlentecimiento de ese ciclo haciendo que bajemos de peso más lentamente, por lo que debemos mantener una dieta entre 1000 y 1500 Calorías diarias con una razonable actividad física para adelgazar más rápidamente.

Abusar de la glucosa, la fructosa o la sacarosa, tendrá un mismo efecto en el cuerpo: balance calórico positivo y aumento de peso corporal aparte de que se ha descubierto que la fructosa adicionada a las bebidas puede ocasionar mayores problemas con los lípidos corporales y el colesterol y estimular resistencia a la insulina y síndrome metabólico más que la glucosa, lo cual se vincula a mayor riesgo cardiovascular, ovarios poliquísticos y otros problemas.

Comer fructosa contenida en alimentos naturales como la fruta o las verduras, es distinto, porque su porcentaje es muy bajo y además contienen también, fibra, agua, vitaminas y minerales. Pero recuerden que el consumo de frutas dulces no es libre en ningún plan nutricional razonable y que los alimentos deban balancearse.

En definitiva, como todos los azúcares, debemos consumirlos con moderación, ya que no deben representar gran parte de las calorías en nuestra dieta. Y aunque no sean lo mismo, el resultado final en el cuerpo de uno u otro azúcar, es muy similar, y en exceso, pueden perjudicar la salud.

 

EHNA o hígado graso no alcoholico

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EHNA O HÍGADO GRASO “NO” ALCOHOLICO

Las personas que consumen alcohol en cantidad importante, independientemente del tipo y de la concentración, siempre sufren daño a las células del hígado o hepatocitos, en mayor o menor grado dependiendo de la resistencia propia del órgano y de la persona.

Se considera que la ingesta de más de 25 cc de alcohol por día es tóxica tanto para el hígado como para el pancreas, el corazón, el cerebro y otros órganos del cuerpo.

Pero hay veces que se produce un daño en el hígado no relacionado con el consumo de alcohol y se le llama Hígado graso no alcohólico y este es el término usado para la acumulación de grasa en las células hepáticas de personas que no toman o consumen poco alcohol.

CUANTO ALCOHOL ES POCO ALCOHOL?

Es dificil establecer un parámetro exacto ya que la tolerancia varía mucho de persona a persona pero se dice que los hombres que consumen menos de 270 gramos semanales y las mujeres menos de 180 gramos semanales, están dentro del grupo de CONSUMO MODERADO y que más de eso ya es CONSUMO EXCESIVO.

Etapas del daño progresivo al hígado en el EHNA. La mayor parte de las personas no pasan de la primera o segunda etapa y en ellas el hígado conserva capacidad para funcionar razonablemente
Etapas del daño progresivo al hígado en el EHNA. La mayor parte de las personas no pasan de la primera o segunda etapa y en ellas el hígado conserva capacidad para funcionar razonablemente

El doctor Giulio Marchesini de la Universidad de Turín en Italia, publica en la prestigiosa revista American Journal of Gastroenterology del año 2005, una revisión del tema en la que informa que esta enfermedad está avanzando a pasos agigantados en el mundo desarrollado. 

Como factores relacionados se citan:

  • Sobrepeso u obesidad. Cuanto mayor sea su sobrepeso, mayor será su riesgo.
  • Prediabetes (resistencia a la insulina)
  • Diabetes tipo 2
  • Colesterol alto
  • Triglicéridos altos
  • Hipertensión arterial
  • Una pérdida rápida de peso y una mala dieta
  • Cirugía de bypass gástrico o intestinal
  • Enfermedad intestinal como la enfermedad de Crohn o la Colitis
  • Ciertas medicinas como los bloqueadores de los canales de calcio y algunos medicamentos para tratar el cáncer

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Se calcula que afecta a más del 20% de la población de los países industrializados. Esta enfermedad, en la mayor parte de las personas, no causa síntomas ni complicaciones y normalmente no avanza más allá del nivel 2. Sin embargo, en un número pequeño pero no despreciable de casos, puede causar la aparición de cicatrices en el tejido hepático que conocemos corrientemente como cirrosis y puede progresar hasta una insuficiencia hepática grave y la muerte.

Una idea de cómo se produce la obtenemos del conocido PATE DE FOI-GRAS que en francés significa Hígado Graso ya que este producto, conocido también como Pie o pastel de Estrasburgo se obtiene haciendo que los gansos desarrollen hígado graso antes de sacrificarlos y para ello, los sobrealimentan con granos de maíz y otros cereales en forma forzada utilizando una sonda. O sea que posiblemente nuestro hígado graso se produce de la misma manera “COMIENDO EN EXCESO” y sobre todo en exceso de carbohidratos.

En realidad lo que ocurre es la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas o hepatocitos. El consumo de alcohol es una causa importante de hígado graso y es un factor que siempre debe considerarse ante un paciente con esta enfermedad e incluso, cantidades moderadas de alcohol, cuando se consumen en forma diaria o frecuentemente, pueden conducir a la condición ya que el hígado de diferentes personas tiene diversa capacidad para procesar el alcohol y por lo tanto, para resistir su ataque.

En el caso del hígado graso no relacionado al consumo de alcohol se sabe que la acumulación de grasa produce inflamación de las células hepáticas y, aunque la causa no se conoce, se sabe que hay algunos mecanismos importantes en el desarrollo de la enfermedad y entre ellos el llamado SINDROME METABOLICO o resistencia a la insulina, sobre todo cuando se asocia con una dieta defectuosa (casi todos los pacientes con ese síndrome son comedores compulsivos de carbohidratos y tienen exceso de peso) asociada a estrés oxidativo (que dicho en términos sencillos corresponde a un desbalance entre ácidos y álcalis en la dieta y una incapacidad del metabolismo para controlar los procesos de oxidación que producen cantidades de radicales libres o peróxidos) que promueve la liberación de ciertas sustancias llamadas citokinas proinflamatorias (también denominadas citocinas) que son proteínas que regulan la función de las células. Son los responsables de la comunicación intercelular, inducen la activación de sustancias específicas en las  membranas celulares, estimulan o retardan la multiplicación celular y la diferenciación celular, quimiotaxis, crecimiento y modulación de la secreción de inmuno-globulinas.

Higado normal (recuadro grande) y con grasa (recuadro pequeño)
Higado normal (recuadro grande) y con grasa (recuadro pequeño)

Son producidas fundamentalmente por los linfocitos y los macrófagos (células pluripotenciales de la sangre), aunque también pueden ser producidas por otros leucocitos o glóbulos blancos, las  células de la cubierta interna de los vasos sanguineos, epitelios y del tejido conjuntivo o mesodermo. Según la célula que las produzca se denominan linfocinas (linfocito), monocinas (monocitos, precursores de los macrófagos) o interleucinas (células hematopoyéticas).

Su acción fundamental es en la regulación del mecanismo de la inflamación. Hay citocinas pro-inflamatorias y otras anti-inflamatorias y la cantidad de ambas depende mucho de estado de estrés metabólico y psicológico al que se somete la persona y también al tipo de ácidos grasos que consumimos siendo que los del tipo Omega tres, promueven las anti inflamatorias.
El hígado graso se asocia con factores de riesgo como la obesidad, la diabetes o prediabetes (síndrome metabólico), el aumento del colesterol o triglicéridos en la sangre, el sexo femenino, los ovarios poli-quísticos, los trastornos menstruales y la falta de ejercicio o sedentarismo.

En Chile, un estudio realizado por el Departamento de Gastroenterología de la Pontificia Universidad Católica muestra que la prevalencia de hígado graso en la población general de Santiago es 23%.
La mayoría de las personas con hígado graso no van a desarrollar consecuencias graves de la enfermedad y solo un 20% de las personas tendrán fibrosis en la biopsia hepática indicando que se pueden producir grados más avanzados de la enfermedad, incluyendo la cirrosis hepática y el hepatocarcinoma o cáncer del hígado, siendo que es el hígado graso es probablemente la causa más frecuente de cirrosis en personas no alcohólicas (aquellas cirrosis en que no se conce la causa).

El tratamiento del hígado graso consiste fundamentalmente en bajar de peso y aumentar la actividad física puesto que la obesidad y el sobrepeso, los principales factores de riesgo, son modificables mediante cambios en el estilo de vida. Otras recomendaciones incluyen evitar el consumo de alcohol y el consumo de medicamentos innecesarios y, cuando sea necesario consumir cualquier medicamento, advertir al médico que se padece de esta enfermedad y que si el medicamento tiene efectos HEPATO-TOXICOS es mejor buscar una alternativa o tomarlos CON MUCHA PRECAUCION.

DIETA-Y-EJERCICIO

Algunos medicamentos parecen ayudar al menos parcialmente y entre ellos destaca la METFORMINA que se usa normalmente para el tratamiento de la diabetes y del síndrome metabólico, acompañada de ácidos grasos OMEGA 3 (2 gramos por día), de VITAMINA E en altas dosis y otros como la PIOGLITAZONA 15  O 30 MG (ACTOS DE LA COMPAÑÍA LILLY que es una fármaco antidiabético, activo por vía oral, de la familia de las tioazolidindionas también llamadas » sensibilizantes insulínicos».

La pioglitazona no es tóxica para el hígado y no guarda ningún parentesco con otros medicamentos antidiabéticos orales como las biguanidas o las sulfonilureas. Este producto actúa específicamente sobre la resistencia insulínica, una patología que se cree es la responsable de la diabetes mellitus no dependiente de insulina y de la hipertensión que suele afectar a estos pacientes. El tratamiento con pioglitazona mejora de forma significativamente el control de la glicemia y se administra sola o asociada a insulina, metformina o sulfonilureas).

Un producto relativamente nuevo la Semaglutide, conocida como RYBELSUS se ha demostrado recientemente que es UTIL para el tratamiento de la EHNA (Esteato hepatitis no alcohólica conocida normalmente como HIGADO GRASO) incluso en los grados 2 o 3 o sea cuando ya hay fibrosis.

La Silimarina, principio activo de la planta Silybum Marianum, popularmente conocida como Cardo Mariano, es una de las sustancias más poderosas y protectoras que se conocen, como por ejemplo la protección que ejerce contra la grave intoxicación producida por la seta venenosa Amanita falloides que causa la muerte en un 30% de sus víctimas o una severa intoxicación por la reacción en cadena de los radicales libres a nivel del hígado.

cardo-mariano
Cardo Mariano producto empleado para mejora el funcionamiento del hígado desde hace mucho tiempo

Quizás el efecto más interesante de la Silimarina sobre el hígado sea su capacidad de estimular la síntesis de proteínas. Esta estimulación favorece la capacidad del hígado para reemplazar las células dañadas por las nuevas, pero también es interesante saber que no produce el mismo efecto sobre los tejidos malignos. Estas son buenas alternativas terapéuticas pero no debemos perder de vista el principal objetivo del tratamiento que es MANTENER O RECOBRAR UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE con dieta adecuada y ejercicio físico.

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