El carcinoma basocelular

El carcinoma basocelular es el tumor maligno más frecuente en el mundo. es un  tumor de origen epitelial, exclusivo de la piel, el cual es cinco veces más frecuente que la contraparte: el carcinoma epidermoide o espinocelular y 20 veces más frecuente que el más maligno de todos: el Melanoma.

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Carcinoma basocelular del párpado inferior

Este tumor tiene crecimiento lento y rara vez produce metástasis o sea tumores secundarios en otras partes del cuerpo pero tiene una variable capacidad de daño local a la piel y puede comprometer áreas de tejido, cartílago y en raras ocasiones hueso.
La frecuencia varía a nivel mundial y depende de la edad, la latitud y los grupos étnicos, siendo más común en las personas de raza blanca que viven en las zonas más próximas al Ecuador.
En los Estados Unidos, ocurren alrededor de 800 mil casos nuevos de carcinoma basocelular según la American Cancer Society, 2001.
Es más frecuente en hombres de más de 50 años sin embargo la frecuencia en mujeres y en hombres jóvenes está aumentando en los últimos años debido a los cambios en la forma de vestir y en el estilo de vida de estas personas con amplia exposición al sol.

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El ULCUS RODENS es una variedad muy agresiva del carcinoma basocelular que invade los tejidos circundantes y puede causar invasión al sistema nervioso y, en caos avanzados y descuidados, la muerte. Se puede asociar con síndromes de inmuno-supresión

Un estudio realizado en adultos jóvenes indica que la edad promedio de aparición de carcinoma basocelular, fue 33 años y en este grupo la frecuencia fue mayor en las mujeres.
El cáncer de piel es la enfermedad maligna más frecuentes en el mundo pero las muertes son pocas ya que la variedad más frecuente, el tipo basocelular, es curable en casi el 100% de los casos cuando se detecta a tiempo.
El tratamiento de los carcinomas basocelulares hoy en día es muy amplio. No obstante, existen pocos estudios controlados que comparen la eficacia de los diferentes tratamientos. Esto es difícil, debido probablemente a que la eficacia de los mismos depende de varios factores: los derivados del propio tumor, del paciente, de la técnica y del manejo de ella hecha por el médico.
Las opciones de tratamiento incluyen la cirugía y algunos tratamientos innovadores como el
• Legrado (curetaje) y electrodesecación: este es un tratamiento común para los carcinomas de células basales pequeños. Puede que sea necesario repetirlo para asegurar que se extrajo todo el cáncer.
• Escisión: la escisión (extirpar el tumor) se emplea a menudo para extirpar los carcinomas de células basales, junto con un margen de piel normal de al menos 3 mm en todas las direcciones. La escisión no debe ser muy profunda ya que el tumor solo afecta la piel en la mayoría de los casos.
• Cirugía de Mohs, la cual frecuentemente se combina con ACTINO-TERAPIA (tratamiento fotodinámico). Esta cirugía tiene la mejor tasa de curación para el carcinoma de células basales. Resulta especialmente útil en el tratamiento de tumores grandes y en los que los bordes no están bien definidos. Especialmente en ciertas localizaciones tal como cerca de la nariz, ojos, orejas, frente, cuero cabelludo, dedos, y área genita. También útil en tumores que han regresado después de otros tratamientos. Sin embargo, usualmente esta cirugía también es más compleja y toma más tiempo que otros métodos. Este tipo de cirugía implica la realización de biopsias inmediatas (de congelación) eliminando el tejido hasta que no haya rastros del cáncer. Luego se deja la zona quirúrgica sin suturar para que cicatrice en forma básica y luego se practica un injerto de piel de espesor total.
• Radioterapia A menudo, la radioterapia es una buena opción en el tratamiento de pacientes que no pueden someterse a la cirugía y para tumores que comprometen los párpados, la nariz o las áreas de las orejas que pueden ser difíciles de tratar quirúrgicamente (especialmente en pacientes de edad avanzada en los que la cura puede que no sea tan importante como el control a largo plazo). A veces también se usa después de la cirugía si no está claro que todo el cáncer se ha extraído.
• La crioterapia (criocirugía) puede usarse para algunos carcinomas de células basales pequeños, pero usualmente no se recomienda para tumores más grandes, ni para tumores localizados en ciertas partes de la nariz, las orejas, los párpados, el cuero cabelludo o las piernas.
• La crioterapia también se puede emplear para tratar los tumores grandes en una sesión de tratamiento para aliviar síntomas del cáncer. A menudo toma uno o dos meses para que sane el área del tratamiento y generalmente se complementa con cirugía o radioterapia.
• Otras formas de tratamiento se usan menos frecuentemente como la actinoterapia, la quimioterapia local y otras.